Mikel INSAUSTI
PELÍCULAS PARA UNA CUARENTENA

Las grandes divas y la maternidad ausente

La mayoría de cineastas orientales adscritos al cine de autor, cuya obra se conoce principalmente a través de los grandes festivales internacionales del viejo continente, tarde o temprano acaban rodando en Europa. Es algo a lo que no se ha podido resistir el japonés Hirokazu Kore-eda, quien dirige por primera vez una película fuera de su país y en un idioma que no es el suyo. El problema es que la audiencia espera siempre de él algo muy nipón y, en esta ocasión, “La vérité” (2019) resulta ser una obra afrancesada. Y es que no podía ser de otra forma con un reparto encabezado por Catherine Deneuve y Juliette Binoche, que hablan más y con mayor sinceridad de lo que lo harían unos personajes venidos de Extremo Oriente. Para su presentación, el certamen elegido fue la Mostra de Venecia, donde en sus inicios obtuvo el León de Plata con “Maborosi” (1995) y donde tuvieron a bien seleccionar “El tercer asesinato” (2017), que también suponía un arriesgado cambio de registro, si bien genérico.

“La vérité” (2019) puede ser vista como un homenaje a Ca therine Deneuve, que ejerce de diva como ninguna otra con su consabida altivez, e incluso con gestos y discursos muy parecidos a los de su vida real, sobre todo cuando afirma no tener sucesora o al burlarse de Brigitte Bardot. Pero mantiene en todo momento un distanciamiento irónico, más aún mediante el lenguaje del cine dentro del cine, al intervenir en una filmación de ciencia-ficción que le permite invertir papeles y hacer de hija. Al unísono publicita sus memorias, cuyas invenciones y falsedades son reprochadas por la hija en conflicto, encarnada por Juliette Binoche.