Miren ARTETXE
LIBROS PARA UNA CUARENTENA

La risa boreal de Arto Paasilinna

La obra de Arto Paasilinna (fallecido en 2018, a los 76 años) poco o nada tiene que ver con la literatura que nos llega de los países nórdicos, con la novela negra tan en boga últimamente. Es un rara avis cuyas mejores armas son su humor gamberro y absurdo, y su ironía y sarcasmo. Todas sus obras están ambientadas en su Finlandia natal y son un retrato encarnizado de la sociedad contemporánea, especialmente la nórdica. En el Estado español solo se han traducido seis de sus casi cuarenta títulos. Cualquiera de ellos es recomendable, pero nos vamos a centrar en dos, “El molinero aullador” y el divertidísimo y extravagante “El año de la liebre”. Y para quien se anime a seguir descubriéndole, mencionar otros dos títulos: “La dulce envenenadora” y “Delicioso suicidio en grupo”.

“El molinero aullador” nos cuenta la historia de un personaje peculiar, un molinero algo chiflado que, de vez en cuando, siente la imperiosa necesidad de aullar por las noches. Eso le genera cada vez más problemas, y entre malos entendidos y malas intenciones la cosa se enreda hasta que acaba en un manicomio. Pero nuestro héroe se batirá para defender su libertad. Se escapa de su encierro y se internará en el bosque, donde intenta sobrevivir mientras sus antiguos vecinos le buscan sin parar. Todo, con un ritmo trepidante. Y al fondo, su aullido, que no es de fiereza sino de tristeza.

“El año de la liebre” es un viaje alucinante y alucinado de un hombre que se despide de su trabajo, deja a su mujer y vende todas sus posesiones para iniciar una divertida y extravagante fuga del pasado. Siempre acompañado de su liebre, esa que un día atropelló y salvó, nuestro protagonista pasa por una y mil hilarantes peripecias en su aventura hacia la libertad, hacia el descubrimiento de que la vida puede ser reinventado a cada instante y que si la felicidad es por naturaleza anárquica y subversiva, se puede intentar tener la valentía de ir tras ella.

Dos historias, dos personajes que encarnan el rechazo a la normalidad, la mediocridad y la renuncia a los sueños.