Nerea GOTI
LAUDIO

Anuncian la licitación del saneamiento del Nervión, que espera desde los 90

El anuncio del Ejecutivo español de la adjudicación de las obras de construcción de los colectores para el saneamiento del Alto Nervión parece acercar las obras que Aiaraldea lleva esperando más de 20 años, desde mediados de la década de los 90.

La Dirección General del Agua, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, anunció el pasado miércoles la adjudicación de las obras del proyecto de colectores para el saneamiento del Alto Nervión, un esperado anuncio que, dados los precedentes, hay quien no se termina de creer hasta ver las máquinas trabajando.

El proyecto consiste en la construcción de los colectores para la recogida de las aguas residuales que se vierten al río a su paso por Orozko, Laudio, Aiara y Amurrio. La ejecución, dividida en dos lotes, instalará conducciones en el cauce del Nervión y en su afluente Altube, teniendo en cuenta «una población futura de cerca de 40.000 habitantes y «un apreciable tejido industrial».

El lote 1 contempla la instalación de los colectores de saneamiento que recogerán los vertidos urbanos e industriales de Amurrio y Aiara y los conducirá a la nueva depuradora de Markijana (Aiara), cuyas obras se encuentran en licitación. Las obras incluyen la estación de bombeo de Luiaondo (Aiara) y los estanques de tormenta de Armuru, Olako, Zabalibar y Murga y tienen previsto un plazo de ejecución de 36 meses. El lote 2 prevé la ejecución de los colectores para recoger los vertidos de Laudio y Orozko y conducirlos a la futura depuradora de Basaurbe, también en fase de licitación, y el plazo es de 24 meses.

Tal y como resaltó el delegado del Gobierno español en la CAV, Denis Itxaso, «una de las asignaturas pendientes en materia de agua es el refuerzo de los sistemas de depuración y saneamiento» y como en la propia nota del Ejecutivo se recuerda, esta obra fue declarada de interés general por ley en 2001.

En una charla el pasado enero en Laudio, la propia Isabel Celaá hizo referencia a décadas de «inexplicables retrasos» que han provocado que Europa «nos saque la tarjeta amarilla y penda sobre nosotros una multa de 12 millones más otra de 11 millones semestrales hasta solventar el problema».

Más de 20 años

«Ver para creer», afirman quienes llevan décadas detrás de un proyecto que, además, ha estado sobre la mesa en no pocos pactos presupuestarios y negociaciones en Madrid sin llegar nunca a materializarse.

«Hablamos de más de 20 años», comenta Juanjo Yarritu, exconcejal de EH Bildu y antes de EA en el Ayuntamiento de Amurrio, que ha sido representante de la coalición soberanista en Kantauriko Urkidetza, el consorcio que se ocupa del abastecimiento del agua en Aiaraldea y del que forman parte ayuntamientos y concejos del eskualde, junto a la Diputación alavesa y el Gobierno de Lakua, con más de 32.000 usuarios.

Tal y como recuerda Yarritu, el proyecto data de mediados de la década de los 90 del siglo pasado. «Hubo un primer proyecto de construcción de una estación depuradora en Anuntzibai que paró la movilización ciudadana y se optó por una solución de tres depuradoras, de las que solo funciona la de Urduña», según explica a GARA.

«Ya va siendo hora, porque cada año es un sufrimiento ver cómo baja el río y en la zona de Eroski es tercermundista, por eso esperamos que esta vez no se pare», comenta el amurriarra, aunque tampoco oculta su temor a que el proyecto pueda volver a un cajón en el último momento, como ha ocurrido en varias ocasiones anteriormente, teniendo en cuenta la situación económica actual.

El propio anuncio es confuso en lo que respecta al estado real del procedimiento en cada caso. Según fuentes consultadas por GARA, parece que la implantación de los colectores se encuentra en un estado más avanzado, pero los proyectos de las depuradoras podrían retrasarse.

Cerca del nacimiento del Nervión, en Urduña, ya está funcionando una estación depuradora de aguas residuales, pero río abajo todo llega al cauce tal cual y la situación ha ido empeorando con el tiempo. El crecimiento demográfico y la notable actividad industrial que se asienta a su lado han convertido el río en «una cloaca», según han denunciado en numerosas ocasiones vecinos y vecinas que residen a orillas del cauce en Amurrio. Cabe resaltar que grandes industrias cono Tubacex y Tubos Reunidos están asentadas junto a la cuenca, además de varios polígonos industriales.

Los afectados se quejan de fuertes olores y plagas de mosquitos que hacen «prácticamente imposible abrir las ventanas de las viviendas para ventilar». «Llevamos más de 20 años reclamando soluciones que se retrasan una y otra vez», se quejaban el pasado año al llegar la época de estiaje y bajar el caudal del río.