Amaia EREÑAGA
bilbo
CRISIS DEL CORONAVIRUS

Los museos reabren entre la seguridad sanitaria y la inseguridad de futuro

Después de un mes de preparativos, los museos vascos comienzan hoy su propio desconfinamiento, con el Guggenheim, el Bellas Artes de Bilbo, la Alhóndiga y Tabakalera de avanzadilla. Reabren con el reclamo de que serán, dicen, los «espacios más seguros donde pasar la desescalada», pero lo hacen también con más inseguridades que certezas.

Cuando entre hoy y mañana la mayoría de los museos de Hego Euskal Herria reabran de nuevo sus puertas –en Ipar Euskal Herria algunos ya lo han hecho–, el panorama al que se enfrentan no tendrá nada que ver con cómo era la vida hace solo tres meses. Lo principal, y en lo que se están volcando en toda la geografía vasca, es ofrecer la máxima higiene y seguridad a sus visitantes a través del seguimiento de un estricto protocolo. En el caso de los de la CAV, por ejemplo, tanto los museos privados como los públicos han participado en una mesa en común en la que se han ido fijando los criterios, para amoldarlos luego cada uno a sus circunstancias. El objetivo, en palabras del consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, ha sido «transmitir a la sociedad que un museo es seguramente uno de los lugares más seguros en los que podemos pasar las próximas fases de esta desescalada».

Una buena noticia, aunque tiene sus pros y sus contras. Porque, de acuerdo, vuelven a la actividad, pero ¿en qué condiciones? ¿Y con qué perspectivas? Al convertir la visita en una especie de ruta marcada por un espacio cerrado, casi articulada en forma de muros invisibles –un «mírame, pero no me toques»– se ha dejado mucho en el camino... principalmente, en experiencia –el arte es algo sensorial–, pero también en aforo.

El modelo museístico en boga hasta ahora lo que buscaba eran las grandes exposiciones, las grandes cifras de visitantes, los grandes números económicos. En la era covid, con la reducción del aforo –entre el 30% y el 50% de su capacidad, en el caso de los museos de Hego Euskal Herria, aunque alguno, como el Eureka! Zientzia Museoa de Donostia, llega hasta el 60%–, quizás les ha llegado el momento de repensar su futuro y plantearse un cambio de modelo.

Adiós, ratios; hola, realidad

Estamos posiblemente en la época del adiós a las exposiciones de masas, una tendencia y una reflexión que, por cierto, también se está dando a nivel global. Guillermo Fernández, miembro de “El museo transformador”, un colectivo independiente de profesionales de museos estatales, lanzaba hace pocos días esa pregunta en un artículo, en el que apuntaba que «sería lamentable optar por esperar ingenuamente a que pasase la tormenta para seguir haciendo lo de siempre». El fenómeno de la sobresaturación que afecta a todos los museos ahora se ha revertido y puede propiciar que se trabaje con formatos «más artesanales y menos industriales. En este contexto –añadía–, ahora pueden prosperar diferentes proyectos y propuestas que eran pertinentes desde el enfoque de la experiencia museográfica, pero que los museos hasta ahora descartaban dado que se les demandaban grandes ratios de resultados cuantitativos».

De momento, y a corto-medio plazo, esta reducción de los aforos y la previsible caída en picado de la llegada del turismo han obligado a los principales museos a realizar cambios en sus objetivos, tanto respecto a los visitantes como a su programación. El objetivo es ahora el turismo interior. Aunque hay algunos responsables de museos vascos que, en privado, reconocen que prevén salas vacías este verano.

Respecto a la programación, se ha optado por retrasar directamente o por prolongar las exposiciones que se inauguraron en primavera. La sala Kubo-Kutxa de Donostia, por ejemplo, ha aplazado a setiembre la retrospectiva sobre el pintor Juan Luis Goenaga y ha retrasado, a su vez, hasta 2021 la preparada sobre José Ramon Amondarain.

El Museo Guggenheim de Bilbo, por su parte, afronta esta temporada estival tan atípica prorrogando hasta finales de verano las cuatro exposiciones que tenían abiertas cuando llegó el confinamiento (las dedicadas al danés Olafur Eliasson, la pintora brasileña Lygia Clark, el estadounidense Richard Artschwger y el videoartista William Kendridge) y pasando a otoño las que tenían previstas para verano, dedicadas a Lee Kranser, Kandinski y el ghanés El Anatsui. El Bellas Artes parece que va en la misma línea, con la prórroga de sus exposiciones.

«Está claro hay un antes y un después de la pandemia», reconoce Miguel Zugaza, director de la pinacoteca bilbaina. Un antes y después respecto, por ejemplo, al papel de las redes sociales como lugar de encuentro del público con los museos. Lo cierto es que, durante el confinamiento, los museos han protagonizado una revolución en las redes que está siendo analizada por foros internacionales. Aquí, diferentes especialistas estudian, por ejemplo, el impacto del covid-19 en un foro online del Museo de Ciencias de la Universidad de Nafarroa o, por poner otro ejemplo, el estudio de los nuevos modelos museísticos fue el tema del reciente encuentro en streaming organizado por el Museo Oteiza. ¿Será entonces esta crisis un catalizador de cambio en el arte, más allá de las mascarillas y el cambio de costumbres?

 

Tips del visitante: mascarilla, en fila y por las marcas

¿Y cómo será la experiencia de ir al museo? Rara.. hasta que nos acostumbremos. Habrá que llevar la mascarilla desde casa –en la mayoría de los museos no la facilitan y es obligatoria para entrar– y, siguiendo el protocolo, tendremos que hacer cola ante la entrada en fila, manteniendo la distancia de seguridad, para acceder a las ventanillas. Por cierto, se recomienda que la compra o reserva de entradas se haga online y el pago se hará solo con tarjeta. Los trabajadores estarán protegidos por mamparas, habrá geles hidroalcohólicos –ni se les ocurra tocar nada, aunque se hayan limpiado las manos– y el personal de limpieza del museo estará permanentemente haciendo labores de higiene.

Una vez con la entrada en la mano, hay que recordar que hay un cierto número de personas permitidas en el interior. O sea, que tal vez toque esperar. Las pantallas táctiles, zonas de juego y demás estarán clausuradas; sí que habrá una consigna donde dejar el bolso o la mochila –pero, cuidado, porque solo de cierto tamaño en algunos casos– y habrá que tener el móvil a mano, porque las audioguías desaparecen y, en su lugar, los museos facilitarán un app. Si tenemos menos de 37 grados, adentro. Manteniendo una distancia de dos metros respecto al resto y siguiendo la ruta marcada en el suelo, podremos reencontrarnos de nuevo con el arte. Será raro, pero la ocasión lo merece. Y pronto podremos comprar en la tienda del museo mascarillas con reproducciones artísticas. Prevén que serán tendencia este verano.A.E.

Bizkaia

Hoy, 1 de junio

Museo Guggenheim y Museo de Bellas Artes. En junio ambos harán horario complementario: el Guggenheim lo hará continuado (lunes a viernes, de 14.00 a 19.00; fin de semana, de 11.00 a 19.00); el Bellas Artes, fraccionado (todos los días, de 11.00-14.00 y de 16.00-19.00). En julio y agosto, ambos abrirán todos los días de 11.00 a 19.00. En la Alhóndiga, la apertura será gradual: desde el lunes a las 10.00 se podrá acceder a distintas zonas, como el atrio o el servicio de atención al público, además de a la exposición de Steve Paxton “Drafting Interior Tecniques”. El día 15 se activarán otros espacios como la Mediateka. Bilboarte vuelve con la exposición “Cuernos a la vista” de Damaris Pan, que se quedó sin inaugurar por la pandemia. También abrirán otros centros como Hontza Museoa o Gernikako Bakearen Museoa.

Mañana, 2 de junio

Itsasmuseum reduce el horario (martes a domingo, de 11.00 a 19.00) y el aforo a grupos de 15 personas. Se recomienda reserva previa en la web. Otros que abrirán ese día serán Enkarterrietako Museoa, el Museo de Arte e Historia de Durango o el Museo de la Minería Vasca. El Museo Vasco y el Museo de Reproducciones esperarán al 3 de junio y durante todo el mes la entrada será gratuita. A partir de esta fecha, el resto de los museos irán abriendo de forma escalonada.

Araba

Mañana, 2 de junio

Los museos del herrialde abrirán todos a partir de esta fecha. Museo Artium lo hará en horario continuado, sin cierre al mediodía (martes a viernes, de 13.00 a 19.00, y los sábados y domingos de 12.00 a 19.00). El jardín ubicado en la Plaza Interna será el área de recepción y de visitas, también el punto de encuentro para el nuevo programa diario de visitas para grupos reducidos que Artium prepara para los meses de verano. Se llamará Lorategitik y será una serie de itinerarios temáticos. El Bibat volverá con su horario habitual, así como el Museo de Bellas Artes de Araba. Otros, como el Taller Museo Santxotena, en Artziniega, abrirán el 6 de junio (al igual que el Parque Museo Santxotena, en el barrio baztandarra de Bozate).

Gipuzkoa

Hoy, 1 de junio

Tabakalera volverá con “Kuboa", una gran instalación móvil del artista franco-argentino Julio Le Parc que recibirá al público en la plaza. Ubik abrirá para préstamos y devoluciones, y el 16 de junio, el espacio de biblioteca. El 17 de junio regresará la programación de cine. Hoy Euskal Zientzia Museoa también abrirá gran parte de sus instalaciones.

Mañana, 2 de junio

Kutxa Artegunea, ubicado en Tabakalera, regresa con la exposición “Nestor Basterretxea. A través de la fotografía”. El Museo San Telmo hará un acto de inaguración con Koldobika Jauregi (11.00 a 12.00) en el claustro. Se mantienen los horarios de apertura habituales y, además de los martes, la entrada será gratuita los domingos por la tarde. Otros que abrirán mañana son Euskal Itsas museoa, el centro internacional del títere Topic de Tolosa, el Museo Balenciaga de Getaria, la réplica Ekainberri en Zestoa (visitas de máximo de 10 personas) y la sala Menchu Gal de Irun, que amplía la exposición de José Antonio Sistiaga hasta el 12 de julio.

Otros: el Aquarium abrirá el miércoles 3 de junio (con un 50% del aforo habitual), mientras que el Museo Oiasso de Irun hará una apertura escalonada desde el 1 hasta la apertura de las salas de exposiciones (debido a unas obras) el 5 de junio.

Lapurdi

Algunos ya están abiertos

En Ipar Euskal Herria, en realidad, los museos pequeños podrían estar ya abiertos, pero muchos no lo han hecho porque han preferido esperar. Una excepción es la cripta Saint-Eugenie de Biarritz (gratuito, visitas en turnos de 10 visitantes. Se expone “Alternances”, de Laurence Alaux) o Villa Arnaga, en Kanbo (visitas con reserva para un aforo de 10 personas en cada planta. Algunos espacios están cerrados). &hTab;&hTab;&hTab;&hTab;&hTab;El Museo Vasco de Baiona, de hecho, ha aplazado su apertura hasta el 2 de julio y el castillo de Abbadia tiene fijada la apertura el 30 de junio. Pero siguen sin fecha el Aquarium de Biarritz, el Museo de Historia Natural de Baiona o la Cité de l’Ocean de Biarritz.

Nafarroa

Mañana, 2 de junio

En el Museo de Navarra, durante las primeras dos semanas, se podrán visitar las exposiciones temporales situadas en la planta baja y la capilla, así como a la sala de Prehistoria. También estará abierto el acceso a la terraza. A partir del día 16 se reabrirán las salas de la exposición permanente. El resto de los museos del herrialde abrirán en la misma fecha, como el Museo del Carlismo o el Museo Oteiza de Altzuza. La exposición multimedia Van Gogh Alive (Baluarte) no abrirá hasta el 8 de junio. Lo hará con un tercio de su aforo.