En muchas ocasiones lo que escuchas te puede gustar o no. Puede estar escrito en tu lenguaje artístico o no. Pero existen las suficientes pistas como para que tu percepción no te engañe y te aclare que, detrás de esa propuesta musical en la que no encajas, existe una idea creativa notable o sobresaliente. Zetak es para quien escribe uno de esos casos y, probablemente, en un futuro próximo, la relación evolucione hacia posicionamientos más cercanos.

Zetak es una nueva apuesta, interesante, arriesgada, valiente, de Pello Reparaz. Un personaje totalmente necesario en nuestra pequeña escena, un agitador y un vendedor inteligente que ha puesto sobre la música un proyecto de música electrónica que no únicamente se queda en la música. Zetak es una propuesta multidisciplinar. Profunda. Inquieta. Y así lo demostró en la noche del viernes dentro de NAIZ Kontzertuak.

Sanagustin kulturgunea se debatió entre un equilibrio entre los claroscuros, entre la luz y la oscuridad, el blanco y el negro. Una antigua iglesia reconvertida en escenario artístico sirvió para celebrar una contraliturgia en la que tú eras lo importante, en la que Adan y Eva pasaron a ser Adan/Eva y en la que Jon Maia, que va camino de convertirse en nuestro Orson Welles o nuestro Christopher Lee ejerciendo como narrador en nuestras propuestas musicales, ejerció de maestro de ceremonias.

Zetak es un concepto y, a su vez, el concepto se ha convertido en Zetak. Nada de lo que ocurrió en la tercera entrega de NAIZ Kontzertuak estaba fuera de lugar. Todo estaba tan medido como sentido. Los potentes juegos de luces, las originales iluminaciones, los mil y un instrumentos extraños para el gran público o el público ajeno a la electrónica, la emoción, las referencias al rojo de la sangre. Nada escapa a Zetak y nada escapa a Pello Reparaz como mente creativa y aglutinadora de ideas.

La pandemia nos ha dado y nos ha quitado muchas cosas. Lo triste está en lo que hemos perdido porque normalmente, la pérdida supone dolor. Es en lo que nos ha dado en lo que tenemos que buscar el gozo. Ver a Zetak, en streaming, con un montaje como los que ofrece NAIZ Kontzertuak ha sido una de las cosas positivas que nos ha dado el virus. Que todos los planetas se hayan alineado para poder analizar y disfrutar de esta propuesta en este escenario ha sido una suerte. Ahora, como con todo, toca hacer lo mismo en directo. Uniéndonos, como la comunidad que formamos, como en la comunidad en la que participamos. De la que damos y recibimos. Devolviendo a Zetak lo que Zetak nos ha dado. Devolviendo a la música, lo que nos ha dado.