Último derbi de la temporada en Ipurua, donde sólo el que enfrentó a Eibar y Alavés pudo disfrutarse también en la grada. Osasuna, como anteriormente hicieron Real y Athletic, visitarán un campo vacío en el que el ambiente correrá exclusivamente del lado de los futbolistas.

Debería ser, en cualquier caso, un derbi diferente a esos dos. Porque la Real se encontró con un anfitrión desnortado que veía el abismo cada vez más cercano, el Athletic se llevó un punto ante un rival renacido pero sin la fortuna necesaria para ganar y Osasuna se enfrentará a un adversario en plena forma. Como el propio equipo rojillo, en realidad, que sólo ha sumado un punto menos que el Eibar en este regreso de la competición tan favorable para los armeros.

La diferencia es que lo de Osasuna no sorprende porque ha sabido navegar con el viento a favor toda la temporada. Por eso llega a Ipurua con los deberes hechos, señalando la meta a la que apunta el equipo azulgrana. La permanencia no será matemática para ninguno de los dos esta noche –por los pelos para Osasuna–, pero para los navarros se puede dar ya por conseguida y el Eibar tendrá la misma tranquilidad si celebra su tercer triunfo consecutivo: el Mallorca, que marca la frontera del descenso, tendría que neutralizar una diferencia de nueve puntos en apenas cinco jornadas.

Ahora falta ver cuál de las dos rachas se impone. Los dos técnicos confían en el buen momento de sus equipos pero también coinciden en no fiarse del rival. «Si no igualamos su intensidad, lo vamos a pasar francamente mal», advierte Jagoba Arrasate, que considera al Eibar un equipo «superintenso, más todavía en Ipurua, donde ningún rival está cómodo y que también viene de dos victorias consecutivas». No hay mucha diferencia con lo que espera José Luis Mendilibar de los rojillos, por mucho que hoy ejerzan de visitantes. El zaldibartarra, que cree que Osasuna es un equipo parecido al guipuzcoano, que «normalmente juega 4-4-2, va adelante, es valiente, con ritmo, cuando pasa del centro del campo llega con un montón de gente al área», destaca la «ambición» de Osasuna. «Es un equipo con ganas de ganar, que cree en su fútbol. Y sobre todo juegan con confianza, sabiendo que pueden competir con cualquiera. Un rival muy difícil».

Enrich regresa al once tras cumplir su sanción

Tras la marcha de Escalante y Orellana, Mendilibar está obligado a tirar del filial para completar la convocatoria, más aún con Arbilla todavía lesionado. Así que ha vuelto a llamar a Cubero, Marí y Atienza, para una lista a la que regresa Enrich tras cumplir su sanción.

Su vuelta posibilitará al técnico dar descanso a Kike García, tras las dos palizas consecutivas que se ha pegado. La duda es saber quién le acompañará en punta: Charles, que se tomó un respiro en los Nuevos Cármenes, o el exrojillo Quique González, el único futbolista de campo que aún no ha tenido oportunidades en este regreso a la competición junto a Tejero –tres minutos el delantero, ninguno todavía el lateral–, al que el gran rendimiento de Correa estas últimas semanas, y con cuatro días de descanso tras el último partido, también complica que hoy pueda tener opciones.

Es previsible que Paulo, Cote, Expósito y Pedro León regresen a la formación inicial. A.U.L.

Arrasate: «Hay que igualar la intensidad»

El técnico rojillo, Jagoba Arrasate, es consciente de que su equipo solo tendrá opciones en Ipurua, «si igualamos la intensidad que tiene el Eibar en su estadio». «Ellos intentan jugar en el campo rival y, si no sabemos hacerle frente, lo pasaremos francamente mal», insistió.

El preparador de Berriatua aseguró que su equipo «ha preparado el partido con la intención de encadenar la tercera victoria consecutiva para firmar la permanencia matemática por méritos propios, que es lo que estamos haciendo hasta ahora».

Con la escuadra navarra ya virtualmente salvada, Arrasate reflejó que tiene que ser «suficiente aliciente el hecho de vestir esta camiseta y defender este escudo, no entiendo que pueda haber relajación cuando el objetivo no está todavía conseguido de manera matemática». N.M.