Iker BIZKARGUENAGA
ERRENTERIA

La consejera Murga camufla su gestión en la buena imagen de Osakidetza

El martes pasado destacábamos en estas páginas el diferente tratamiento que sus respectivos partidos habían dispensado al ministro de Sanidad, Salvador Illa, y a la consejera del ramo, Nekane Murga, en esta campaña, donde el primero había sido homenajeado por sus compañeros del PSE por su gestión del coronavirus, mientras la segunda estaba pasando totalmente desapercibida. Justo ese mismo día, el PNV anunció un acto con presencia de la responsable de Salud, que se celebró ayer por la mañana en Errenteria.

Murga protagonizó una intervención corta e íntegramente en castellano, donde sobre todo puso en valor el trabajo de Osakidetza y sus profesionales para hacer frente al covid-19. En un acto que comenzó expresando su pesar por las víctimas, la consejera declaró que «en Euskadi la salud es una prioridad y un derecho de todas las personas», añadiendo que Osakidetza es «el servicio público mejor valorado». ««Hemos hecho frente a una pandemia mundial», destacó, y valoró que ha sido posible porque la CAV cuenta con «un sistema sanitario robusto».

Entrando en números, Murga indicó que en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa la inversión per cápita en salud «es la más alta del Estado», de 1.800 euros por persona, y apostilló que uno de cada cuatro euros de los Presupuestos se destina a esta materia. Lo cierto, sin embargo, es que esos 1.800 son los presupuestados para 2020, pero según datos de 2019, Asturias superó, por poco, la inversión por persona en sanidad a la CAV, con 1.719 euros per cápita sobre 1.716 euros de Lakua.

En todo caso, ambas cantidades están muy lejos de lo que se presupuesta en los países más avanzados de Europa, donde por ejemplo se destinan 6.055 euros por persona en Noruega, 4.549 en Dinamarca, 4.273 en Suecia, 4.099 en Alemania, 3.523 en Austria o 3.248 en Bélgica.

Ordizia, «toque de atención»

La consejera no hizo mención de algunos elementos controvertidos de su gestión, como la aplicación de un protocolo que no contemplaba hacer test PCR salvo a aquellas personas que se habían desplazado a Italia o China, cuando el virus ya estaba aquí, ni a las razones por las que el número de fallecidos en la CAV es proporcionalmente uno de los más altos del mundo.

Tampoco lo hizo Iñigo Urkullu, quien aseguró que «lo peor –de la pandemia– ya ha pasado», pero matizó que «el riesgo sigue estando presente», citando por ejemplo algunos brotes recientes como los de Basurto, Txagorritxu y Orio. También el de Ordizia, del que valoró que «es un toque de atención serio».