Oihane IRAZU
BILBO
Elkarrizketa
SERGIO MANSILLA
AJURIA TABERNA (ALGORTA)

«Los últimos contagios no ayudan demasiado»

¿Cómo habéis sufrido las consecuencias del cierre del negocio durante más de dos meses?

Personalmente, mejor de lo que pensaba. En el bar tengo que decirte que he tenido suerte con la dueña, que me ha apoyado bastante, porque si no… mal. Pero de momento vamos aguantando. A ver lo que depara el futuro.

Ya han pasado casi dos meses desde que se permitió abrir la hostelería después del confinamiento. ¿Qué balance hacéis?

La gente responde. La verdad que estamos contentos, no es una situación tan dramática como esperábamos. Estaremos a un 70% de la afluencia que teníamos en enero. Aunque es verdad que ahora, con las últimas restricciones impuestas la semana pasada de no beber en la calle, limites de horarios… se ha vuelto a notar el bajón. La gente anda con cuidado, y los contagios de las últimas semanas puede que no ayuden demasiado a que la gente esté igual de ilusionada por pisar un bar que los primeros días de mayo. Por eso hemos pensado en captar a la clientela de otras formas. Hay que hacer cosas nuevas, ofertas en desayunos, ofertas en pintxos…

En cuanto a las vacaciones, una semanita esperamos poder cerrar. Todavía está un poco en el aire todo esto, pero esperamos tener una semanita para respirar y volver a afrontar lo que queda de año con más fuerza.

Un verano un tanto atípico. Sin fiestas, sin aglomeraciones, sin comidas ni cenas populares… ¿Cómo se presenta esta época para la hostelería en Algorta?

Esperando a que la gente no se marche, que se quede por aquí. Además, yo creo que la gente se ha concienciado en ayudar a los del pueblo, tanto a la hostelería como al comercio local. Creo que la gente está muy concienciada. Con esta crisis sanitaria y las consecuencias económicas que nos han salpicado más a la hostelería y a los pequeños comercios locales, la gente está demostrando querer ayudar y solidarizarse un poco con los que estamos sufriendo la repercusión económica. Algorta es un pueblo y al final los clientes habituales son los que son y la verdad que están respondiendo.