Un laudista con ideas propias

La propuesta de Euskal Barrokensemble para inaugurar el Ciclo de Música Antigua hizo un paréntesis en los programas temáticos que el conjunto tolosarra ha estado trabajando en los últimos años, como “Euskel Antiqva”, “Colores del Sur” o el brillante CD dedicado a Juan Sebastián Elkano. Con esta propuesta bautizada “Concerto per Liuto” parecían volver a los orígenes del grupo, cuando el nombre de Enrike Solinís comenzó a hacerse conocido por sus atrevidas versiones de la música de Vivaldi, interpretada a la guitarra eléctrica. Lo de San Telmo fue más tradicional en su formato, pero el resultado fue igualmente excelente: Solinís es un guitarrista/laudista de técnica impecable y musicalidad innata, y escucharle hacer música de cámara sobre las partituras de Vivaldi, improvisar con gran libertad en Couperin, o barroquizar la música de Haydn a la manera italiana, fue un gozo para los oídos desde el principio hasta el final. Además estuvo muy bien acompañado por Miren Zeberio al violín, que clarificó con seguridad el material melódico, y un mercurial bajo contínuo formado por el órgano de Daniel Oyarzabal y el violone de Ismael Campanero, del que surgían infinidad de gradaciones dinámicas y detalles contrapuntísticos.

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