Koldo Campos
Escritor
AZKEN PUNTUA

Korosagasti

Pronto se cumplirán cien años del suceso y, sin embargo, todavía permanece en la memoria de muchos habitantes del valle del Urola el llamado «crimen de Beizama», brutal asesinato de dos mujeres, madre e hija, en el caserío Korosagasti que tenían arrendado.

Será, supongo, porque a la truculencia del hecho hubo que agregar la impunidad de la costumbre que, aunque hayan pasado tantos años, cuando el crimen no paga, quedando la justicia en evidencia y con la Iglesia al quite para que no se desbocara la indignación, hasta las piedras terminan murmurando la historia confinada al silencio.

Cuando las oyó, Asier Sustaeta también quiso contarla y hace años que se entregó a ese afán documentándose, concibiendo la película, recabando apoyos, formando los equipos de trabajo para encarar un proyecto complicado como lo son todas las películas de época, hasta que, felizmente, “Korosagasti” vio la luz el pasado mes en Azpeitia.

Esperaba que iba a encontrarme con una buena película y me encontré con una joya. Por las escrupulosidad con que Sustaeta se atiene a los hechos sin que por ello renuncie a su criterio (ningún narrador lo hace) dando voz a las piedras; y en segundo lugar por el afortunado concurso a la hora de plasmar su historia de todas las habilidades que hacen del cine un arte.

(Preso politikoak aske)