Raimundo Fitero
DE REOJO

Deshilando

Si alguien junta en la misma oración anclas y velas, solamente puede ser un iletrado con barba y mando subsidiario en una banda de sospechosos. El eterno viaje hacia el centro de la corrupción del PP puede entenderse como un parodia mal interpretada. Casado tiene ahora frente al espejo al pistolero de Amurrio, que está calladito, esperando le caiga el momio económico, mientras su asesor, esa expresión de la naturaleza humana tan degradada Esteve Banon, es detenido por estafar con los donativos para construir el muro de Trump. No hay mejor manera de explicar el desastre.

Vamos deshilando todos los hilos que van tejiendo una estampa de estos tiempos en los que el coronavirus no se va, no se sabe qué hacemos para impedir su expansión y se especula con una vuelta a las ikastolas que va a provocar más que dudas, seguramente un disgusto porque no hay criterios suficientes para decidir con total convencimiento, cuando lo único que parece adecuado es invertir muchos más millones en personal docente y duplicación de espacios para impartir las clase de manera presencial.

Ver a Bolsonaro rodeado de multitudes que desafían de manera irresponsable las recomendaciones sanitarias, echarse a un varón con acondroplastia en los hombros creyendo que era un niño, forma parte de algo más que una campaña. Este tipo de esperpento no hay asesor que lo tenga en su manual, ni siquiera el estafador Banon, maestro de ceremonias de las extremas derechas. Todo parece fuera de control. Como escuchar a Trump decir desde sede gubernamental que solo puede perder las próximas elecciones si están amañadas es brutalmente inquietante, porque es el aviso golpista más grave escuchado últimamente. Este penoso circo de monstruos se ha impuesto por encima cualquier fundamento democrático deshilachado.