Pablo GONZÁLEZ
STEPANEKERT
Elkarrizketa
ARTUR TAVMASYAN
PRESIDENTE DEL PARLAMENTO DE LA REPÚBLICA DE ARTSAJ

«Lucharemos hasta la victoria, iremos hasta el final»

Hablamos sobre guerra, drones y resistencia con Artur Tavmasyan (Stepanakert, 1962) presidente del parlamento de la República del Artsaj, nombre oficial del territorio del Alto Karabaj. La guerra se ha reactivado en este conflicto congelado.

¿Cuál es actualmente la situación en el frente?

Aguantamos el frente. Esta es una guerra diferente, antes combatíamos contra Azerbaiyán y ahora también contra Turquía. El comandante en jefe no es Iljam Aliev sino Recep Erdogan. Hemos tenido tres guerras, 1992, 2016 y la de ahora. Erdogan recientemente ha dicho que la OSCE no hace nada, que el conflicto lleva 30 años sin resolverse, y que él mediante la guerra lo resolverá. Sin embargo, nadie se sentó con nosotros a la mesa de negociaciones. Siempre han hablado con nosotros mediante el lenguaje de las armas.

¿Qué consecuencias pueden producirse sobre todo en virtud de los acuerdos y declaraciones de defensa mutua entre Armenia y Rusia por un lado, y Azerbaiyán y Turquía por el otro?

De momento los países de la OSCE no dicen nada. Erdogan nos acusa de empezar esta guerra en septiembre de 2020. Es cínico y absurdo. Que Artsaj, de 150.000 habitantes, haya atacado a Azerbaiyán y Turquía, de 70 millones de habitantes, es absurdo. La comunidad internacional está callada y eso le da más libertad a Turquía. Nosotros tenemos elecciones del presidente y del Parlamento, algo que no existe en Azerbaiyán. Democracia contra una dictadura.

Lo que hacen Azerbaiyán y Turquía es en teoría acorde a la legalidad internacional ya que de iure el Alto Karabaj pertenece a Azerbaiyán, pero ¿como de justificable es esa legalidad si puede provocar un genocidio?

No considero que los azeríes sean una nación. Los turcos dicen que ellos son «dos estados, una nación», pues sí es así, que los azeríes acepten su responsabilidad en el genocidio armenio de 1915, cuando murieron 1,5 millones de personas. No aceptaremos que esto se repita. Ganamos la guerra de 1992, los paramos en 2016 y ganaremos esta vez. En caso contrario será un genocidio. Deberán matar hasta el último habitante de Karabaj para conquistar Artsaj. No pediremos a la comunidad internacional que pare la guerra, no nos reconocen. Lucharemos hasta la victoria, iremos hasta el final, libertad o muerte. Aun así espero que la comunidad internacional abra los ojos. Nunca fuimos parte de un estado azerí, fuimos parte de la República Soviética de Azerbaiyán durante 70 años. Ellos salieron de la URSS, nosotros también, como estado independiente.

En Armenia se vuelve a hablar sobre la posibilidad de reconocer Artsaj como estado independiente, ¿cómo podría ello influir en la situación?

Armenia ha dejado pasar ya varios momentos para reconocer Artsaj. El mejor momento es durante la guerra. Abjasia y Osetia obtuvieron los suyos durante la guerra. Si hay guerra eso significa que el proceso de negociaciones no existe. Las negociaciones son la búsqueda de un compromiso que contente a todos. Azerbaiyán dice que solo les contentará conquistar todo.

¿Se puede hablar de una separación real entre el Artsaj y Armenia dados los estrechos lazos a todos los niveles?

Nosotros ya durante la votación del Consejo Nacional del Karabaj en 1989 y durante el referéndum de 1991 dijimos que queríamos formar parte de Armenia.

¿Como se puede calificar el nuevo tipo de guerra, en la que los drones están siendo una parte importante, sobre todo por como afectan a la población civil, pero también por como influyen en los acontecimientos en el frente?

Nunca habíamos tenido este tipo de guerra, ni en 1992, ni en 2016. El ánimo combativo de los azeríes está muy bajo, mientras que el nuestro está alto. Por eso ellos apuestan por la tecnología, artillería y drones, pero tener un país rico y buen armamento no significa que vayan a poder decidir con ello la guerra. URSS y Afganistán o EEUU y Vietnam son ejemplos de ello.

¿Como de larga puede ser esta guerra entre Artsaj de 150.000 habitantes, incluso sumando los 3,5 millones de Armenia contra una unión de Azerbaiyán, de 10 millones y Turquía, de 83 millones de habitantes?

La guerra se gana no tanto con armas, como con la inteligencia. Sabemos lo qué hacer y cómo. Los obligaremos a entrar en pánico y que le pidan a Vladimir Putin que facilite firmar un alto el fuego. Como ya hicieron en 1994 y 2016.

¿Es esto un mensaje para Putin por el no posicionamiento claro de Rusia en el conflicto por el momento?

Es normal la política de Rusia por el momento ya que ni armenios ni azeríes piden este algo el fuego de momento. En mi opinión los países de la OSCE deben presionar a Azerbaiyán.

¿Como de reales son los rumores sobre los mercenarios sirios y libios en el bando azerí? ¿Esperan ustedes voluntarios de otros países dónde hay diáspora armenia?

Unos 4.000 mercenarios combaten contra nosotros ahora, han llegado desde Siria en su mayoría. Tienen sueldos de entre 1.500 y 1.800 dólares. Quieren establecer la ley islámica en Azerbaiyán también, algo que no gusta a los locales. Además sacan a primera línea a los representantes de las minorías nacionales del propio Azerbaiyán, tales como lesguines, talishes y tártaros. Según datos de nuestra inteligencia, los mercenarios tampoco están contentos ya que no consideran la guerra del todo suya. Esas minorías pueden acabar asimiladas por los turcos. Sabemos que no pocos representantes de estas naciones quieren que nosotros ganemos la guerra.

¿Qué desean desde el Artsaj?

Queremos integrarnos con el mundo civilizado, vivir en paz con nuestros vecinos. Dejar nuestros fusiles y coger palas. Dejar nuestros tanques y utilizar tractores. Vivir como todas las naciones normales en el mundo. Queremos vivir en paz, pero no a cualquier precio, sino en un mundo que hayamos conquistado de manera digna.

Llamamiento de Putin, Trump y Macron el quinto día de combates

Armenios y azeríes seguían sordos a los llamamientos a una tregua y proseguían los combates.

En Stepanakert, capital de Nagorno Karabaj, la situación por la mañana era de calma tensa. La noche anterior sonaron dos explosiones y la ciudad estuvo a oscuras para sortear a los drones, que atacaron a la ciudad el pasado domingo.

Ayer no parecía haber avances decisivos por parte de ninguno de los bandos pero tanto Azerbaiyán como Armenia reivindicaron que habían propinado grandes daños a su respectivo enemigo.

El balance oficial es de 128 muertos, de ellos 104 soldados y ocho civiles armenios. Azerbaiyán se niega a dar datos de sus bajas militares y confirma 16 civiles muertos. Los armenios reivindican haber causado alrededor de 350 bajas militares mortales en el Ejército azerí.

El Ejército y las milicias armenios en Nagorno Karabaj aseguraron haber impedido que el enemigo reagrupara sus tropas. Y es que la ofensiva azerí para ahogar al enclave y tener a tiro su capital se desarrolla en dos frentes, los de las localidades de Fizuli y Jebrail, ambas azeríes y vaciadas por los armenios cuando se hicieron con el control de Nagorno Karabaj.

Los presidentes de Rusia, EEUU, y Estado francés (Grupo de Minsk), Vladimir Putin, Donald Trump y Emmanuel Macron, condenaron la escalada de violencia en Nagorno Karabaj y reclamaron el cese de las hostilidades.

Moscú ha mostrado su preocupación por el despliegue en Nagorno Karabaj de «terroristas y mercenarios extranjeros» procedentes de Siria y Libia, dos escenarios en los que, además de la propia Rusia, Turquía está directamente implicada.

Macron hizo suyas estas denuncias y fue más allá. «Voy a ser muy claro: Los ataques el pasado domingo de Azerbaiyán, por lo que hemos llegado a saber, no tienen ninguna justificación». D.L.