El Ibex paralizó ayer su largo movimiento al alza de cinco jornadas, a pesar de las subidas de Wall Street y la decisión de Donald Trump de aprobar estímulos para los hogares y las aerolíneas. Bien es cierto que antes había pedido la ruptura hasta después de las elecciones de las negociaciones con los demócratas para sacar adelante un plan más ambicioso. De todos modos, el Ibex, aunque a duras penas, pudo mantenerse sobre los 6.900 puntos, a pesar de sufrir un recorte del 0,38%. Hoy partirá desde los 6.910,10 puntos.

Por otro lado, el tono discordante en las declaraciones de Boris Johnson y las autoridades de la Unión Europea abre un gran interrogante sobre el desenlace de las negociaciones que deben facilitar el acuerdo para el Brexit efectivo. De momento, los índices europeos parecen obviar una posible salida abrupta del Reino Unido. En la sesión de ayer, Londres cedía un 0,06%, y París, un 0,27%. Por el contrario, Fráncfort sumaba un 0,17%, a pesar del pinchazo de la producción industrial de agosto, y Milán, un 0,06%.

Al otro lado del Atlántico, las ganancias se imponían desde la apertura, y una hora después del cierre en Europa los índices principales se movían con subidas superiores al 1,30%. Con esta reacción, tras las caídas de la víspera, hacían frente a la orden de Donald Trump de dejar en suspenso las negociaciones con los demócratas para acordar el nuevo paquete de estímulos.

En el Ibex, se pudo ver un frenazo en la mejoría de los bancos. Entre ellos, todos a la baja, los peores fueron BBVA (-2,58%) y Bankinter (-2,19%). También Telefónica (-2,96%) cedió en su empuje de los días anteriores. Los más alcistas eran ArcelorMittal, PharmaMar y Siemens Gamesa al sumar más de un 3% a sus cotizaciones