El Ibex no pudo auparse sobre los 7.000 puntos en las tres jornadas anteriores, pero ayer fue incapaz también de mantener los 6.900 puntos. Los inversores tuvieron que digerir un cóctel de malas noticias, siendo la más relevante el frenazo en el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus de Jhonson&Jhonson por una enfermedad en uno de los voluntarios. Este contratiempo coincide con el intenso rebrote de los contagios en Europa, donde el Reino Unido, Alemania, Italia, Países Bajos, Chequia y el Estado francés se están viendo obligados a endurecer las restricciones, con el consiguiente castigo a sus economías.

Por otro lado, pudieron conocer el desplome de la confianza inversora en Alemania, de acuerdo al índice ZEW. En octubre cae hasta los 56,1 puntos, desde los 77,4 puntos de setiembre. Este golpe era aliviado por la mejoría del PIB en las previsiones del FMI para el conjunto de la eurozona en este año, aunque para todos los países será una caída histórica. Sin embargo, el pronóstico para el Estado español se mantiene inalterado con un derrumbe del 12,8%.

El Ibex acabó con 6.875,20, tras perder un 1,09%. Los números rojos tiñeron también los índices de Fráncfort (-0,91%), París (-0,64%), Londres (-0,53%) y Milán (-0,81%). Tampoco eludían las caídas el Dow Jones y el S&P 500, que abrían a la baja y así proseguían una hora después del cierre en Europa.

Los bancos volvieron a ser un impedimento para pensar en una sesión positiva. Bankinter se dejó un 5,01%; Caixabank, un 4,86%; Bankia, un 4,62%; BBVA, un 4%; Sabadell, un 4,31%; y Santander, un 3,32%. De los grandes, solo Iberdrola (+0,68%) cerró en verde, mientras que Telefónica bajaba un 2,49%. Cellnex (+1,55%) registró la mayor subida.