El juego era evidente, muy gráfico. Desde Madrid han intentado eliminar colores de los kioscos vascos. Buscan empobrecernos. Así, a comienzos del año pasado, el logo de GARA se iba a negro, hasta que se lograsen los recursos para afrontar el expolio al que habían condenado a este medio de comunicación a cuenta de la deuda ilegítima de “Egin” con la Seguridad Social.

Ayer se consiguió llegar a las 10.000 nuevas suscripciones, una nueva hazaña para un pueblo tan pequeño y atrincherado. Hoy, la primera página de GARA recupera el color rojo que le ha identificado históricamente.

Un golpe indecente

Dos décadas después de cerrar ilegalmente “Egin” y 15 años después de detener y torturar a los responsables de “Euskaldunon Egunkaria” y de cerrar ese diario, llegaba esta nueva factura de 3 millones de euros a pagar en dos años. Un golpe que podría tumbar a cualquier otra empresa. La misma guerra por otros medios.

Pero la comunidad que fundó esta tradición de la prensa independiente vasca es perseverante y comprometida. Y quiere defender ese legado, esa constante que ha caracterizado a la nación vasca: este pueblo lee y escribe; deja grabado el testimonio de lo que ha sufrido y disfrutado; se forma una opinión y quiere tener un debate público serio. Para eso necesita prensa libre, medios independientes, que no estén al servicio del poder o a las órdenes de intereses ajenos a los de la sociedad vasca.

Tal es ese legado que una nueva generación de vascos y vascas se ha sumado a este proyecto, desde la redacción hasta los y las suscriptoras.

Siguientes pagos

El rojo, con todo, no deja de ser el color de la alarma. La semana que viene vence otro pago de medio millón de euros. Y aún falta otro tanto para la primavera del año que viene. La vacuna no se sabe, pero estos pagos llegarán, de eso no hay duda.

En medio de esta pandemia un ataque así a una empresa vasca, a un medio de comunicación, resulta aún más obsceno. Porque, entre otras cosas, en esta crisis se ha demostrado la importancia de estar bien informados, de ejercer el control del poder, de tener una sociedad formada y crítica.

Aquí, por lo tanto, no termina apenas nada.

Inversiones y agradecimiento

Tal y como se explicó desde el inicio, el objetivo de esta campaña no era solo pagar la deuda, sino mantener el calendario de inversiones para seguir avanzando en la transición digital y poder desarrollar un proyecto transmedia. Estas líneas de trabajo progresan a ritmo y pronto habrá novedades.

El equipo humano que hace GARA y el de las empresas del grupo están inmensamente agradecidos a todas las personas que han aportado algo en esta campaña. Se reafirman en todos sus compromisos con esa comunidad que los sostiene y con el país que les mueve a la hora de escribir, pensar, hablar, debatir, analizar e informar.