Con una incidencia acumulada de 1.390,9 casos de media por 100.000 habitantes en 14 días, Bélgica ha superado a la República Checa (1.379,8) y es ya el país europeo más golpeado por la segunda oleada, según el recuento diario del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC).

El país que acoge algunas de las principales instituciones de la Unión Europea registra una media de 13.052 nuevas infecciones diarias en la última semana, según los últimos datos de las autoridades sanitarias, y el avance semanal medio de los contagios es del 38%.

El dato de incidencia acumulada que reporta el ECDC, que compara las cifras de 31 países de la UE y del resto de Europa, es de 1390,9, ligeramente superior que el que ofrece la última actualización del informe epidemiológico de las autoridades sanitarias belgas, que lo situaba en 1.289 casos este martes.

Después de Bélgica y de la República Checa, el ECDC sitúa a Luxemburgo (760,4), Eslovenia (732,8), Liechtenstein (687,9) Estado francés (629,4), Países Bajos (694,1), Eslovaquia (455) y Estado español (446).

Además, las hospitalizaciones en Bélgica aumentan a un ritmo semanal del 88%, con 502 ingresos de media al día, mientras los decesos ligados al virus se sitúan en una media diaria de 48,3, con un alza semanal del 50%.

Desde el lunes 19 de octubre, El Ejecutivo belga aplica un toque de queda nocturno en todo el país, que tiene completamente cerrado el sector de la hostelería. El Gobierno quiere esperar a mediados de esta semana para ver si, transcurridos diez días desde el último paquete de restricciones, estas surten efecto o si es necesario aplicar un confinamiento generalizado. En este sentido, el aumento de las infecciones parece estar ralentizándose, pero las autoridades advierten que podría deberse a un cambio en la estrategia de diagnóstico, pues ante la saturación de los laboratorios ya no se hacen test a los asintomáticos.

Con una media de 66.900 pruebas diarias, la tasa de positividad sigue aumentando, y se sitúa en el 21,1%, un dato que asciende hasta el 37% en Lieja y al 29% en la capital Bruselas.

Preocupa especialmente la situación de los hospitales, que ya están sometidos a mucha presión y podrían quedarse sin camas UCI en dos semanas.