El Eibar regresa a Ipurua, a ver si a la quinta va la vencida. Como recuerda José Luis Mendilibar, lo importante es sumar los puntos de la permanencia y no dónde se consigan pero tampoco es cuestión de renunciar al factor campo, por mucho que la ausencia de aficionados haya reducido su peso.

Más aún cuando se juega frente a un rival directo. En teoría, al menos, porque está el Cádiz ahora mismo como para decirle que su lucha es la salvación, estando a la mitad de distancia del líder que del descenso.

Curiosamente, nueve de sus once puntos los ha conseguido a domicilio –pleno de victorias–, lo que le convierte en el invitado mas «gorrón» de la categoría junto al Real Madrid. La horma del zapato de un Eibar que ha sumado seis de sus ocho puntos lejos de Ipurua.

Pero las estadísticas, siempre tentando al que las quiere romper, no son la preocupación de Mendilibar. Y sí las características de un equipo al que considera «uno de los rivales más complicados» a los que se puede enfrentar ahora mismo. «Es el equipo que más claro tiene lo que tiene que hacer. Lleva seis años con el mismo entrenador, haciendo muy buenas temporadas y este año no han cambiado mucho. Eso les da solidez. Necesitan poco para hacer daño y juegan con una tranquilidad defensiva que a mí me ha sorprendido. Es un fútbol simple pero muy acertado».

Los gaditanos, al menos, se encontrarán con un equipo en racha, que ha dado «un paso adelante» y que ha ganado en «confianza» en sí mismo y en su juego.

Un equipo en el que hoy no estará Pedro León, que sufre un golpe costal con afectación a las costillas. Pedro Bigas entra en su lugar.