Koldo LANDALUZE
CRÍTICA «Sentimental»

El sexo es cosa de cuatro

Cesc Gay vuelve a descubrirse como un brillante explorador de las emociones en esta pequeña pero muy sólida radiografía coral en la que el sexo percute cada una de las situaciones que se desarrollan en un espacio reducido en el que quedaron atrapados cuatro personajes. La premisa argumental no es en absoluto original pero resulta tan sencilla como eficaz.

Un matrimonio “amodorrado” afectivamente –interpretado por Javier Cámara y Griselda Siciliani– reciben la visita de sus vecinos de arriba –Alberto San Juan y Belén Cuesta–, los invitados son una pareja cuya actividad sexual nocturna atraviesa como un taladro el techo de papel de sus adocenados vecinos.

Una orquesta de golpes secos, gemidos y demás instrumentos que inevitablemente se han instalado en la cama del matrimonio que escucha esta sinfonía discordante entre suspiros, pompa y mucha circunstancia.

La cena del cuarteto protagonista transcurre por los cauces previstos hasta que, en un punto determinado de la conversación, surge una propuesta que survertirá por completo una velada que en sus prolegómenos se advertía telúrica. Respaldada por las excelentes interpretaciones, en “Sentimental” se suceden conversaciones tan divertidas como inteligentes dentro de un contexto –el sexual– que inspira los demonios y ángeles internos de unos personajes muy bien calibrados y reconocibles dentro de unos prototipos generacionales.

Lejos de ser una simple comedia de edredones, lo que destaca en su conjunto es una sutil y ácida visión en torno a lo que callamos y sentimos ante una situación que es asumida de manera diferente por los cuatro protagonistas.

El autor de películas como “Truman” ha tomado como referecia su primera pieza de teatro –”Los vecinos de arriba”– para plasmar en formato cinematográfico una comedia elegante que alterna la ironía y el desparpajo.