El lehendakari Iñigo Urkullu afirmó ayer que el «esfuerzo» realizado por su Gobierno en el Departamento de Salud para combatir el covid-19 se cifra en 340 millones de euros más de lo presupuestado inicialmente para 2020. Entrevistado en Radio Euskadi, añadió que «en comparación con lo que era hace un año, la plantilla de Osakidetza este año ha crecido un 8,3% y hemos llegado a un total de 38.000 profesionales, algo que nunca había sucedido».

Por su parte, la consejera de Salud de Lakua, Gotzone Sagardui, precisó en el Parlamento que «el coste laboral de la lucha contra la covid-19 ha sido de más de 83 millones de euros, a lo que hay que sumar el gasto de atención hospitalaria, 82 millones; el gasto farmacéutico, 800.000 euros; el gasto en productos sanitarios, 119 millones de euros; otros gastos corrientes, 27 millones, y 24 millones más en inversiones».

Sagardui compareció acompañada del viceconsejero de Salud, Iñaki Berraondo, la viceconsejera de Administración y Financiación Sanitarias, Nerea Urien, y de la directora general de Osakidetza, Rosa Pérez. Afirmaron ante la Cámara que el gasto total por la pandemia en este momento asciende a 338 millones de euros y la consejera añadió que seguirán poniendo a disposición del Servicio Vasco de Salud «todos los recursos materiales y humanos disponibles».

Los datos ofrecidos por el lehendakari y la consejera de Salud contrastan con los informes de ejecución presupuestaria que el Departamento de Economía y Hacienda Pública mensualmente, el último de los cuáles, de setiembre, no recoge estos incrementos, como se apunta en el comentario que acompaña a estas líneas.

¿Es mucho o poco?

Los 338 millones de euros que ha supuesto el covid-19 para el Gobierno de Lakua son obviamente una cantidad alta y sobre todo por su carácter imprevisto, pero quizás sorprenda constatar que ni siquiera llegan al 8% de lo presupuestado por el Departamento de Salud para este ejercicio de 2020.

Como recogía Ramón Sola en NAIZ, es conocido que el Gobierno Urkullu ha planteado inicialmente al Ejecutivo de Pedro Sánchez que los fondos europeos tengan como destinatario principal al TAV. Y se plantean para ello 2.712 millones (en un plazo temporal 2020-2024), lo que supone casi 700 millones por ejercicio. Es decir, si Madrid, primero, y Bruselas, después, avalaran este planteamiento de Urkullu, este año la CAV hubiera tenido el doble dinero para el TAV que lo que afirma haber gastado hasta ahora (a dos meses del cierre de año) por la crisis sanitaria.

El Ejecutivo de Lakua ha propuesto para Iberdrola nada menos que 1.706 millones de estos fondos europeos. Y para Petronor, 300, lo que supone casi la misma cantidad que afirma que ha tenido que destinarse a combatir esta lacra del covid-19.