Álvaro Reizabal
Abogado
JOPUNTUA

Tópicos utópicos

Que el sistema autonómico español es tan avanzado que roza casi con la independencia de las comunidades que lo integran es un tópico que los autodenominados constitucionalistas agitan cada vez que oyen las justas reivindicaciones independentistas vascas, catalanas o gallegas. Sin embargo la situación generada por la covid-19, está dejando al descubierto que se trata simplemente de eso: un tópico. Que tras más de cuarenta años de la entrada en vigor del Estatuto, haya que pedir permiso a Madrid para tomar medidas restrictivas para combatir el virus, parece de chiste, pero es verdad. ¿El Estatuto de la Señorita Pepis? Lakua sugiere y a veces ruega y Madrid ordena y manda. Café para todos.

Otro tópico que ha destruido esta situación de pandemia es el de la fantástica calidad de la medicina en el Estado español. A muchos se les llenaba la boca diciendo que era la mejor del mundo, y ahora que se le revientan las costuras por muchos sitios, lo que se les llena hasta la saturación son los insuficientes hospitales.

¿Qué decir de la igualdad de todos ante la ley? Pues que es otro tópico utópico. La Fiscalía del Tribunal Supremo se inclina al archivo del procedimiento abierto al Demérito y compañía por la inviolabilidad que les protege. A ver que hacen con las siguientes que van saliendo, como la de las tarjetas opacas (léase Black) a nombre de terceros.

Pero el topicazo más de actualidad en estos momentos es el de la democracia mas avanzada del mundo, calificando de tal manera la del país de los Yankees. El espectáculo de las elecciones celebradas el martes y pendientes aun del resultado definitivo constituye un espectáculo poco edificante. El difícilmente comprensible sistema de elección no ayuda precisamente y la imagen del candidato Trump en su rol de bufón, Truhán del Mississipi que diría Jon Idigoras, poniendo en marcha las ya anunciadas artimañas para el supuesto de su derrota, son la guinda del pastel. Pero, gane quien gane, lo peor de todo es que a ese personaje le votan setenta millones de norteamericanos, y, eso es de dar mucho miedo.