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DONOSTIA

CAF y Alstom se hallan en un cruce de caminos para despejar su futuro

CAF es una de las dos compañías que han presentado oferta para adquirir la planta que Alstom tiene en la localidad alsaciana de Reichshoffen. No está claro que el gigante ferroviario francés quiera «ceder» la factoría a la empresa de Beasain, pero tiene que desprenderse de ella para seguir creciendo con la adquisición de la canadiense Bombardier.

La empresa de Beasain y la compañía francesa suelen coincidir, como competidoras, en muchas licitaciones del sector ferroviario promovidas por instituciones públicas o público-privadas de distinto nivel. Unas veces la balanza se decanta a favor de CAF y otras hacia Alstom, pero no cabe duda de que son dos de las firmas que más peso tienen actualmente en este mercado.

El último “encontronazo”, hasta ahora, ha sido favorable a Alstom, que, según se dio a conocer ayer, se adjudicó el suministro de los trenes de la nueva línea de metro de Toulouse (la Tolosa occitana) por un importe total de 714 millones de euros. Se trata de la segunda licitación en la que se impone el gigante francés en el último mes, tras adjudicarse en octubre un contrato similar en Marruecos por 196 millones de euros en el que solo competía contra CAF.

No obstante, como recordaba Europa Press, CAF ya se ha impuesto a Alstom incluso “a domicilio”, como ocurrió el año pasado cuando ganó un contrato para el suministro de 28 trenes al operador público SNCF que realizarán trayectos de larga distancia desde París hacia el sur del Hexágono, pedido estimado en 700 millones de euros.

El hidrógeno

Pero en estos momentos las dos compañías han coincidido en un complejo cruce de caminos, localizado concretamente en Alsacia: la planta de Reichshoffen. CAF está analizando la compra de esta importante factoría propiedad de Alstom, que debe desprenderse de ella como condición para sacar adelante la adquisición de Bombardier.

La Comisión Europea accedió a autorizar esta operación, siempre y cuando la firma francesa procediera a realizar una serie de desinversiones para preservar la competencia en el mercado ferroviario. La absorción de la empresa canadiense (que tiene factoría en Trapagaran) por parte de Alstom, que está previsto que se consuma el próximo año, está valorada en 5.300 millones de euros.

Por tanto, la venta de la planta de Reichshoffen –con una plantilla de 780 personas– es obligada y, hasta el momento, solo hay dos interesadas en hacerse con ella: CAF y Skoda.

La empresa de Beasain cuenta con el beneplácito de la intersindical que participa en la negociación ya que, tras reunirse con las dos candidatas, señaló que ofreció mejores garantías para mantener el empleo y asegurar la actividad. Además, como señaló la emisora France Bleu, quiere hacer de Reichshoffen su «centro de excelencia mundial en el sector del hidrógeno».

No obstante, fuentes sindicales señalaron que la dirección de Alstom parece inclinarse hacia la firma checa, porque esta le haría menos sombra, especialmente, en el mercado francés.

 

Ampliación de contratos en Flandria y Utrecht

Al margen de su competición con Alstom, la pasada semana CAF anunció la ampliación de dos contratos de suministro de tranvías: uno para la sociedad pública de transporte de Flandria (De Lijn), que transporta anualmente cerca de 530 millones de pasajeros, y otra para la provincia neerlandesa de Utrecht. El importe global de las dos operaciones ronda los 45 millones de euros.

El contrato inicial con el operador flamenco, firmado en octubre de 2017, abarcaba la fabricación y suministro de hasta 146 tranvías, que se activan a través de lotes consecutivos. Hasta ahora se habían activado dos lotes de 24 tranvías cada uno y un tercero de 23. Ahora se suman otros 17 tranvías que, como los del lote anterior, darán servicio a la ciudad de Amberes.

En cuanto a Utrecht, se ha cerrado un acuerdo para la fabricación y suministro de 5 tranvías adicionales, que se sumarán a las 49 unidades que actualmente está suministrando CAF bajo el contrato adjudicado a principios de 2015.GARA