GARA
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

El hacinamiento de cientos de personas refleja en Canarias el drama migratorio

El desalojo de más de 200 migrantes del muelle de Arguineguín (Gran Canaria) y el hacinamiento de 2.300 personas en este lugar ha puesto en evidencia el permanente drama de las personas llegadas a las islas Canarias. 227 inmigrantes magrebíes que permanecían en Arguineguín fueron conducidos a primera hora de la tarde del martes por policías fuera de esas instalaciones.

Posteriormente, fueron trasladados en autocares fletados por el Ayuntamiento de Mogán hasta la plaza de la Feria de Las Palmas, ante la sede de la Delegación del Gobierno español, sin ningún recurso alternativo para alojarlos. Algunos vecinos se organizaron para ofrecerles comida y agua. Ayer, el Ministerio de Defensa montó un campamento de emergencia en un antiguo polvorín para trasladar a 200 de estos 2.300 inmigrantes, tal como decidió el delegado del Gobierno español en Canarias, Anselmo Pestana, que aseguró que ni su equipo ni él dieron la orden de facilitar la salida de Arguineguín, lo que atribuyó a «un error de coordinación».

En Madrid, el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, cuya dimisión pidieron PP, C’s y Coalición Canaria en el Congreso, afirmó que ha ordenado una investigación y «se tomarán las medidas necesarias y precisas si se observa alguna descoordinación». El PP reclamó la repatriación de los migrantes y el Gobierno canario su traslado a la Península.

El caos registrado el martes es un atisbo del drama humanitario que encarnan las 17.000 llegadas a las islas en lo que va de año, y que no censan. Ayer fueron 68 más, también en el muelle de Arguineguín.