GARA
BUENOS AIRES

Una ley que regula el aborto vuelve al debate del Congreso argentino

Dos años después de que el Senado frenara un proyecto de ley para legalizar el aborto en Argentina, el Gobierno de Alberto Fernández ha elaborado un nuevo texto que el Congreso comenzará a debatir a partir del 30 de noviembre y que regula la interrupción del embarazo hasta la semana 14 de gestación.

El proyecto para legalizar el aborto enviado al Congreso por el Gobierno argentino será el segundo intento en este país de regular la interrupción voluntaria del embarazo en el Legislativo. El proyecto que llegó a ser aprobado en 2018 por la Cámara de diputados no logró los votos suficientes en el Senado.

La nueva iniciativa, que responde a una promesa de campaña de Alberto Fernández, volverá a tener el apoyo necesario en la Cámara de diputados, aunque de nuevo se atisban problemas en la Cámara Alta, ya que aunque el oficialismo tiene mayoría absoluta el aborto genera diferencias en el seno de los principales grupos políticos. Se espera que comience a tratarse a partir del 30 de noviembre en sesiones extraordinarias.

El aborto legal, seguro y gratuito es un reclamo de larga data por parte de los colectivos feministas, que impulsan la conocida marea verde.

Actualmente el aborto solo es legal en Argentina en casos de violación o peligro para la vida de la madre, según una ley vigente desde la década de 1920.

Pionera en la promulgación de leyes sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo y la identidad de género en América Latina, Argentina podría unirse a Cuba, Uruguay, Guyana y la provincia de México, los únicos en permitir aborto sin condiciones en la región. El proyecto enviado por el Gobierno y anunciado el martes por el presidente argentino, permite el acceso a la interrupción del embarazo hasta la semana 14 de gestación, y más allá de ese plazo si la gestante sufrió una violación o corre peligro su vida.

Menores de 14

El proyecto indica que las menores de 13 años podrán acceder a la interrupción del embarazo mediante su consentimiento informado con la asistencia de al menos uno de sus progenitores o representante legal, mientras que las que tengan entre 13 y 16 «se presume que cuentan con aptitud y madurez suficiente para decidir la práctica y prestar el debido consentimiento».

Los profesionales de salud tienen derecho, según el proyecto, a ejercer la objeción de conciencia, pero deberán derivar «de buena fe a la paciente» para que sea atendida por otro profesional «sin dilaciones».

El anuncio de Fernández provocó escenas de alegría entre cientos de personas que se habían reunido en las afueras del Parlamento para presionar los debates sobre la financiación del sistema de salud.

Para la directora de Amnistía Internacional en Argentina, Mariela Belski, «el activismo y la lucha inquebrantable del movimiento de mujeres han permitido este avance histórico: hoy, el aborto es un tema central y urgente en la agenda política». La campaña nacional por el derecho a un aborto legal, seguro y gratuito llamó a «saturar las redes sociales» e «intervenir en las calles» para hacer presión en el debate parlamentario.

En cambio, la Conferencia de Obispos Católicos criticó que «la situación general del sistema de salud pública hace insostenible e inapropiado cualquier intento de presentar y discutir tal ley». Las iglesias evangélicas también se oponen al proyecto.&discReturn;