Victor ESQUIROL
VERSIÓN ORIGINAL (Y DIGITAL)

Fantasmas en el online

No hay mal que por bien no venga. En este 2020 apocalíptico, toca repetir el dicho como si fuera un mantra salvador. No hay mal que por bien no venga... no hay mal que por bien no venga... Así, hasta al menos darnos cuenta de que lo que apuntaba a fin del mundo inevitable, es en realidad una realidad que por lo menos no es tan irrespirable como apuntaban los primeros pronósticos.

Digo esto a cuenta, cómo no, de una temporada festivalera atípica, en la que por el camino se ha perdido cierto sentido aventurero, pero en la que, a pesar de todo, persiste lo más importante. Esto es, la posibilidad de descubrir estos títulos y estos autores que ayuden a redefinir los límites del cine, ese arte empeñado, por suerte, en seguir expandiéndose.

Ahora mismo, por cierto, y si el calendario no hubiera perdido toda su lógica, yo debería estar escribiendo esto desde Gijón, es decir, en uno de los festivales más importantes para la cinefilia europea. Pero por razones de sobra conocidas por todo el mundo, no pudo ser. No se pudo celebrar la 58ª edición del FICX... en versión presencial. Porque como también sabemos, el cine ha sabido encontrar en el online el refugio que tanto exigen las dramáticas circunstancias del presente.

De modo que toca conectarse a Festhome o a Filmin para poder ver la selección de películas que dicho festival nos tenía preparada para este curso. En la segunda plataforma, por ejemplo, está “Together Apart”, de Youjia Qu, impresionante mediometraje de apenas cincuenta minutos de duración. Tiempo más que suficiente para que la concepción que teníamos sobre los relatos de fantasmas quede patas arriba. Lo que sucede aquí es que la cámara se asienta en la –aparente– calma con la que transcurre una vida hogareña cualquiera. El abuelo se dedica a regar las plantas de interior, la abuela gestiona una inminente reunión familiar, la hija vuelve de trabajar y el nieto... se pregunta sobre el carácter imperecedero de las fotos en un álbum que acaba de encontrar.

Elementos cotidianos, mundanos; ritmos pausados y sosegados para una situación que se va enrareciendo más y más, a medida que el director y guionista va adentrándose en las inquietudes de sus personajes. Y así, con esta discreción; con esta precisión, se va desvelando un misterio que, al final, nos descubre a un maestro en potencia. Youjia Qu (tocará aprenderse su nombre) se asienta en el costumbrismo para que su cine, exquisitamente observacional, nos muestre nuevas puertas por las que acceder al siempre estimulante mundo del realismo mágico.

Mientras, en el Japón devastado por la catástrofe de Fukushima, el maestro nipón Nobuhiro Suwa se dedica a seguir los pasos de una chica en busca de respuestas. En “Voices in the Wind”, el cineasta sigue reivindicándose como una de las voces más fundamentales del panorama fílmico internacional. Lo hace con el habitual tacto con el que se acerca a la juventud... pero también invocando una dimensión fantasmal que, más que poner los pelos de punta, sirve para reconciliarse con la humanidad.