Daniel GALVALIZI
Madrid

CON MAYORÍA DE IZQUIERDA, EL CONGRESO ESPAñOL APRUEBA LOS PGE

Las cuentas del Gobierno español de coalición para 2021 fueron apoyadas por un abanico de 11 partidos y superó los votos recibidos en la investidura de Pedro Sánchez. ERC, PNV, EH Bildu y PDeCAT consagraron la caída de la estrategia de Moncloa de seducir a la derecha.

H a tenido que pasar una década para que para que el PSOE pueda volver a aprobar en el Congreso unos presupuestos propios. Una década, un socio de coalición y nueve aliados. Las últimas cuentas del PSOE se voraon en 2010 con un mapa político muy distinto. Desde entonces el Estado español se administró con los PGE del PP, un lastre que se mantiene con los números del exministro Cristóbal Montoro prorrogados, aunque Mariano Rajoy fuera echado con una moción de censura hace 30 meses.

«Son los más renovadores y sociales para responder a la peor crisis en un siglo», dijo Pedro Sánchez, satisfecho por la aprobación. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no pudo contener la euforia y al acabar la votación del pleno fue a saludar –mano en pecho– al presidente del Gobierno, a la portavoz del grupo, Adriana Lastra, y al vicepresidente Pablo Iglesias. Ovación en pie de PSOE y UP para celebrar una nueva fase.

Moncloa anhelaba conseguir los 190 votos, pero finalmente fueron 188 y 187, según los títulos y secciones que el pleno votaba (la sanción es por partes y no general). Es decir que un 55% de los 350 escaños apoyaron las cuentas que vienen confeccionando y negociando hace tres meses Montero y el secretario de Derechos Sociales, Nacho Alvarez, como representante de los morados.

No hubo sorpresas: además de los partidos del Ejecutivo, votaron a favor ERC (13), PNV (6), EH Bildu (5), PdeCAT (4), Más País (2) y los diputados de Compromís, Nueva Canarias, PRC y Teruel Existe. En contra lo hicieron de PP, Vox, Ciudadanos (que amagó con abstenerse o apoyarlos, pero no lo hizo por negarse a compartir el respaldo con los soberanistas), Coalición Canaria y Junts per Catalunya.

En el bloque del «no» desentonaron la CUP y el BNG, único partido que apoyó la investidura, pero no las cuentas. PSOE y UP criticaron la posición del diputado Néstor Rego, quien expresó su molestia con el déficit de inversión en su comunidad. «Estos PGE tratan peor a Galiza que el PP», aseveró.

«Será una fiesta»

En Madrid cristalizó ayer algo que UP y el soberanismo vasco y catalán venían tejiendo, cada uno por sus propios motivos: fortalecer la mayoría de la investidura y forzar a Sánchez a que desista de sumar a Cs. «Ellos (el PSOE) están más cómodos negociando con un partido del Ibex, pero se logró frenar», dijeron a GARA desde la Vicepresidencia Segunda. En Podemos celebran el papel que tuvo Iglesias en acercar posiciones con ERC y EH Bildu y en dinamitar el giro al centro que anhelaba el establishment estatal.

En las filas moradas creen que con esta aprobación se aseguran los cuatro años de investidura porque ya se dio el paso más difícil. «La clave era derogar de una vez lo de Montoro. Ahora ya sólo prorrogar éstos es una fiesta», indicaron fuentes del Gobierno que participaron de la negociación.

Los líderes del PSOE y Podemos se pueden dar por ganadores. El objetivo del equipo de Sánchez era tener el aval del Congreso antes de fin de año, como publicó GARA el mes pasado. El PSOE lo logró y con menos sobresaltos de los esperados. El éxito de Iglesias fue inclinar la balanza hacia el lado de la mayoría de la investidura y dejar a Inés Arrimadas en una posición incómoda, a merced de la pinza entre la izquierda y los sectores más radicalizados de la formación naranja.

Los PGE llegarán a los 550.000 millones de euros (50% del PIB), con una moderada subida de impuestos (azúcar, diésel e IRPF a los más ricos) con la que se pretende recaudar 20.000 millones extra, que, de todas formas, no paliarán el déficit fiscal, que trepará a los 110.000 millones. Eso sí, esta vez con el visto bueno de Bruselas.

Las cuentas, que ahora pasarán al Senado (se descarta una pronta aprobación), tienen claroscuros como que los recursos para la Casa Real suben un 6%, pese a los escándalos y a los apoyos republicanos a los PGE y también un guiño a la industria láctea al quedar sus productos edulcorados exentos del «impuesto al azúcar», gracias a una enmienda del PP. Transacciones y retoques de unos presupuestos que sepultan, por ahora, la austeridad.

 

Aurrekontu estatala, estaturik gabeko nazioei zor

Azkenean, Estatu espainolak atzean utzi ditu Cristobal Montoro PPren Gobernuko Ekonomia ministroak aurkeztu eta onarrarazi zituen aurrekontuak, ia hiru urteren bueltan. PSOEk eta UPk osatzen duten Gobernuak Kataluniako eta Euskal Herriko independentisten eta subiranisten aldeko bozak izan ditu 189 diputaturen eta 11 alderdiren babesa lortzeko. Aurrekontuek, hori bai, ez dituzte indar katalan eta euskaldun horien aldarrikapen sozialak eta nazionalak asetzen, eta Europar Batasunaren laguntzen zain daude orain guztiak. Akordioak Estatuaren eta Estaturik gabeko nazioen arteko harremanak hobetzeko bidea zabal dezake.