Joseba ITURRIA
EUROPA LEAGUE

El pase se decidirá en Nápoles

La Real concedió dos goles en saques de esquina al Rijeka y los tantos de Bautista y Monreal dieron un empate muy pobre que casi obliga a ganar en Italia.

REAL SOCIEDAD 2

NK RIJEKA 2


La Real está obligada a sumar el jueves ante el Nápoles –líder con diez puntos, dos más que los de Imanol y el AZ Alkmaar– el mismo resultado que el equipo holandés, que visita al Rijeka, en la última jornada para pasar a los dieciseisavos de final de la Europa League después de fallar ante el equipo más flojo del grupo, que sumó su primer punto gracias a dos saques de esquina.

La Real encajó dos goles por vez primera esta temporada en el momento más inoportuno y ante el equipo que menos le atacó. El equipo blanquiazul remató 27 veces y sacó doce saques de esquina y al Rijeka le bastó con cinco remates y otros tantos corners para lograr dos tantos por vez primera en esta fase de grupos en la Europa League.

Los blanquiazules tuvieron que jugar todo el partido con la ansiedad de no poder con la defensa croata y les faltó frescura y velocidad en el juego para crear mejores ocasiones. Imanol tuvo que poner toda su artillería ofensiva en el campo y entonces, a base de acumular jugadores en el área, encontró fisuras en el planteamiento defensivo croata, pero los goles de Jon Bautista, que volvió a marcar como en Croacia, y Monreal solo sirvieron para salvar un punto.

Con el mejor equipo

Imanol alineó a los once jugadores que considera más importantes en este inicio liguero con Januzaj en banda derecha en lugar de Portu y la vuelta de David Silva al once inicial y eso no le valió para imponerse a un Rijeka que, en contra de lo que dijo su entrenador Simon Rozman, jugó con un 5-4-1 muy replegado con las líneas juntas que se le atragantó a la Real.

La única ocasión clara del primer tiempo de la Real la tuvo Isak tras una recuperación de Merino con una falta no señalada, pero no consiguió batir a Nevistic. El sueco tuvo otras dos opciones en las que tampoco acertó y fue protagonista de la jugada polémica porque el árbitro pitó un penalti a favor de la Real por una mano que realmente era suya. A pesar de que en la Europa League no hay VAR, los árbitros hablaron entre ellos y Joao Pinheiro enmendó su error.

El Rijeka se limitaba a defender, pero en una jugada que no tenía peligro Monreal concedió corner a pesar de que Remiro le decía que estaba solo. La Real lo defendió mal y Velkovski adelantó a su equipo y agudizó la ansiedad local.

El partido siguió igual en la segunda parte, en la que el Rijeka tuvo una buena opción tras un fallo de Zaldua que enmendó Remiro con una gran parada. Imanol recurrió como primer cambio al salvador de Rijeka y Bautista volvió a aprovechar sus minutos con el empate. Pero Loncar, tras un despiste de Gorosabel, volvió a adelantar al Rijeka en otro corner y el tanto de Monreal solo sirvió para empatar a pesar de que Oyarzabal, Bautista y Zubimendi tuvieron buenas opciones para lograr una victoria que la Real mereció por ocasiones cuando con tres delanteros en el área rival dejó en evidencia que el Rijeka tenía bajas importantes en defensa.