Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
CRISIS DEL CORONAVIRUS

La incidencia toca suelo con cinco veces más casos que el objetivo fijado

A poco más de una semana de que comiencen los festejos navideños, y en pleno proceso de relajamiento de las restricciones, la mejora en la evolución epidemiológica parece que ya no da más de sí. La incidencia se ha quedado estancada en unas cifras que están muy por encima de los cincuenta casos fijados como objetivo hace unas semanas.

La incidencia del covid en Hego Euskal Herria ha tocado suelo. Al menos, no muestra mejoría reseñable desde hace varias jornadas y todos los herrialdes han sufrido algún repunte de los positivos registrados, salvo Gipuzkoa, donde los contagios siguen cayendo pero a ritmo muy bajo.

Y ese frenazo se ha producido cuando el objetivo de llegar a una incidencia de cincuenta casos por cien mil habitantes todavía queda lejos. Con los 404 positivos notificados ayer, la incidencia se sitúa en 278,74 casos, más de cinco veces por encima de esa cifra, que responsables sanitarios y cargos institucionales fijaron como meta cuando la segunda ola empezó a crecer.

Un rebote en Araba

Ese es el dato general. Sin embargo, la situación es diferente en cada territorio, siendo Araba el que se encuentra en una posición más difícil. Tiene una incidencia de 383,58 casos, casi ocho veces por encima del objetivo, y lo que es peor, su evolución viene siendo negativa desde la semana pasada, hasta el punto de que se puede hablar de rebote.

Así, desde el miércoles, día 9, hasta el pasado domingo, la incidencia acumulada en ese herrialde ha aumentado cuarenta puntos, y está en números de finales de noviembre. Pero si entonces los contagios disminuían, ahora están aumentando.

Además, el número reproductivo básico Rt, que en el informe de ayer estaba en 1,12, indica una alta transmisibilidad del virus.

Con 336,73 casos por cien mil habitantes, Gipuzkoa tiene la segunda mayor incidencia, pero ha llegado a registrar más del doble de contagios que Araba en esta segunda ola, y su evolución está siendo mejor. Pese a ello, también se aprecia un estancamiento, y algunas localidades han empeorado sus registros, como Azpeitia y Beasain, que han vuelto a entrar en zona roja, mientras Arrasate no logra bajar su incidencia de los mil casos.

Bizkaia está un peldaño por debajo, con 267,05 casos, y solo tiene dos municipios en rojo, Ermua y Arrigorriaga, pero casi no ha mejorado sus cifras desde hace una semana, y en algunos municipios, como Zornotza e Igorre, han sumado bastantes positivos en los últimos días.

En rueda de prensa, el coordinador del Programa de Vigilancia y Control de Osakidetza, Ignacio Garitano, admitió ayer que la incidencia «acumula ya varios días marcando valores similares» y que «parece que ha entrado en una fase de meseta». «Parece que la evolución favorable está experimentando cierto estancamiento», resumió, para apostillar que ese estancamiento ahora «es mucho más evidente que en días precedentes»

Nafarroa: «ligero incremento»

Nafarroa, con una incidencia de 179,39, parte de la mejor posición para afrontar unas semanas que van a ser complicadas. O de la menos mala, pues esa cifra, siendo menor que la del resto, todavía triplica el objetivo.

Además, después de cuarenta días de bajada ininterrumpida, el fin de semana ha sufrido un pequeño repunte en la incidencia acumulada; leve, pero significativo. En este sentido, la consejera de Salud reconoció ayer que se ha producido un «ligero incremento» desde el 7 de diciembre, tanto de casos como de la ocupación hospitalaria. «La situación se ha estabilizado, pero estamos en un equilibrio muy frágil, y decir que se ha estabilizado conlleva también un punto de inestabilidad», avisó Santos Indurain, quien destacó que la semana pasada empezó con 82 casos y que a partir de ahí pasaron a 86, 88, 106, 98 y 93. «No se han observado descensos claros y hemos tenido dos pequeños picos», indicó.

Ayer se reportaron 68 casos, pero esa bajada se debió a que el domingo se hicieron menos pruebas, y la positividad –5,8%– sigue siendo muy alta. Pese a ello, y a que Indurain recordó que esta situación coincide con una época «climatológicamente muy propicia para los virus respiratorios», está previsto que esta misma semana se sigan flexibilizando las restricciones.

De hecho, la consejera abogó por «poder ir haciendo aperturas más importantes y graduales conforme se vayan consolidando» estos datos. Así, parece que el objetivo ya no es bajar hasta cincuenta casos, sino que las instituciones se conforman ahora con que los contagios no se desmadren estas navidades.