Los premios del Público y de Mejor Actriz para Kiti Manver conseguidos en el festival de Málaga por “El inconveniente” (2020) no podían ser más justos, y es que ambos guardan una estrecha relación. Si la película llega al espectador es gracias sobre todo a la actuación estelar de Kiti Manver, haciendo que esta modesta producción se sitúe por encima de sus propias pretensiones, pues da la impresión de que ha aportado mucho de cosecha propia al personaje y a los diálogos, con ese don que posee para la improvisación. Como buena profesional que es sabe dar pie en todo momento a su compañera de reparto, facilitando la réplica a Juana Acosta, que de esta forma también accede a los premios anuales a través de las nominaciones actorales para los Feroz o los Forqué. Por todo ello a la Manver no se le debería escapar el Goya, que bien merecido lo tiene.

A sus 67 años borda la caracterización de una anciana que está a punto de cumplir los 80, en contraste con la treintañera interpretada por Juana Acosta. A medida que esta adaptación de la obra teatral de Juan Carlos Rubio “100 metros cuadrados” (2008) va avanzando esa acusada diferencia de edad entre las dos protagonistas va desapareciendo, superada por una entrañable y convincente historia de amistad femenina. Lo que en principio parecía un obstáculo, dado que la joven adquiere una vivienda con señora mayor dentro incluida en la considerable rebaja del precio, se acaba transformando en una oportunidad para compartir soledades y vivencias enriquecedoras intergeneracionalmente.

Esta extraña pareja de mujeres funciona en base a la complementariedad vital, habida cuenta de que la muerte está igual de presente siempre para todas las personas, más allá de lo que indique la partida de nacimiento. Y desde el tono de la comedia costumbrista teñida de negro a lo Rafael Azcona, la vieja que bebe y fuma al límite enseña a su amiga a vivir sin miedos.