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WASHINGTON

Entre abandonos, Pence hace causa común con Trump ante la destitución

El presidente de EEUU, Donald Trump, defendió ayer la arenga que lanzó a sus partidarios antes de que estos asaltaran el Congreso, y advirtió de que el juicio político que impulsan los demócratas puede aumentar el enfado de sus seguidores. Mientras altos cargos y grandes empresas van cortando lazos con Trump, la reunión en el Despacho Oval con el vicepresidente, Mike Pence, aleja a este, por ahora, de respaldar la destitución que reclaman los demócratas.

Donald Trump advirtió ayer de que el juicio político iniciado por los demócratas en la Cámara de Representantes tras el asalto al Capitolio provoca un «enorme enfado», volviendo a jugar con la posibilidad de una contestación en la calle.

Los demócratas acusan al presidente de EEUU de incitar a la insurrección por la entrada de cientos de sus seguidores a la sede del Congreso el 6 de enero. El mandatario evitó condenar este ataque hasta que se dispararon las dimisiones de su entorno y las amenazas de cese.

Trump rechazó ayer de nuevo la violencia pero evitó la autocrítica y consideró que el discurso previo al asalto, en el que proclamó que nunca aceptaría el resultado de las elecciones, fue «totalmente apropiado».

Su vicepresidente, Mike Pence, aparentemente ha decidido hacer frente común con él contra los demócratas, rechazando destituirlo de su cargo con la 25ª enmienda a la Constitución.

Los demócratas preveían aprobar ayer una resolución para pedir a Pence que destituya al presidente. Mientras no lo saquen del poder, la «complicidad» de los republicanos con Trump, «pondrá en peligro a América», advirtió la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi.

Acusando al inquilino de la Casa Blanca de haber «incitado a una insurgencia asesina», reiteró su ultimátum a Pence para que responda «dentro de las 24 horas» en la Cámara, después de la adopción de esta resolución.

Con su reunión del lunes por la noche en la Oficina Oval, Pence dejó claro que no seguiría ese camino y marca un cambio ya que sus relaciones habían sido tensas desde el 6 de enero, cuando adelantó que no se opondría a la validación de los resultados de las elecciones, lo que provocó la furia del presidente y de sus partidarios que invadieron el Capitolio.

Pero varios altos cargos siguen abandonando la Administración. El último, el secretario interino de Seguridad Nacional de EEUU, Chad Wolf.

A la vez, grandes empresas cortan los lazos con el presidente saliente, algunas afectando directamente las finanzas.

Sus incendiarios mensajes le han costado también el veto de casi todas las redes sociales, especialmente doloroso en el caso de Twitter, al que solía recurrir como altavoz, y que suspendió su cuenta de forma definitiva.

También en este tema cree que la suspensión de sus cuentas provoca «enfado» entre los estadounidenses, si bien presume de que sigue teniendo un «enorme apoyo».

Y entre los apoyos que iba perdiendo se encontraba Sheldon Adelson, magnate de los casinos y uno de los donantes republicanos más influyentes en EEUU, que, falleció a el lunes.

Adelson era propietario de un imperio global del juego con más de 50.000 empleados y uno de los hombres más ricos del mundo con una fortuna estimada de 40.000 millones de dólares. Fue uno de los primeros grandes donantes que apoyó la candidatura de 2016 de Trump, de quien era amigo cercano, y su influencia en el movimiento conservador se extendió durante años, sobre todo en el apoyo del sionismo.

Mientras, en Washington se prepara otro trámite que podría hipotecar el futuro político de Trump y convertirlo en el primer presidente en ser acusado dos veces en el Congreso en un proceso de juicio político. La Cámara votará hoy esta acusación que podría salir adelante. Pero queda la duda sobre el curso del juicio que luego tendrá que celebrarse en el Senado, donde se precisa la movilización de muchos republicanos para lograr la mayoría de dos tercios necesaria para su condena.

A pesar de la presión, Trump mostró su voluntad de permanecer en la Casa Blanca hasta el final y viajó a Texas en su primera salida desde la jornada de violencia en el Capitolio con el objetivo de marcar «la finalización de más de 400 millas (640 kilómetros) de muro fronterizo –promesa hecha, promesa cumplida–». Pero del «magnífico» muro prometido solo unos veinte kilómetros corresponden a la construcción donde anteriormente no había barrera física. Y México nunca pagó por él.

Emakume baten exekuzioa, bertan behera

Epaile batek atzera bota du Lisa Montgomery emakumearen exekuzioa, agintari federalek azken 70 urtean egitekoa zuten lehena. Trump presidentearen agurraren azken «oparietakoa» zen. Indianako Terre-Hauteko espetxean injekzio hilgarria jartzekoak ziren astearte iluntze honetan; duela 16 urtetik giltzapetuta dago Montgomery, haurdun zegoen emakume bat hiltzeagatik sabelean zuen umekia lapurtzeko. Berak ezin omen zuen haurrik izan.

James Hanlon epaileak onartu egin du presoaren abokatuen helegitea eta, presoak pairatzen dituen buruko osasun arazoekin bere exekuzioaren arrazoiak ulertzeko gai ez dela eta, bertan behera utzi du erabakia. Emakumeak buruko arazo larriak ditu txikitan pairatu zituen taldeko bortxaketek eta indarkeriak eraginda.

Abokatuek errukitasun eskaera zuzendu zioten Donald Trump presidenteari. Magnateak, heriotza-zigorraren aldeko amorratua izanik, ez die erantzun ere egin.

17 urteko etenaldiari amaiera eman eta aurreko uztailean exekuzio federalei berrekin zien Trumpen Administrazioak. Ordutik hona hamar preso hil dituzte Terre-Hauteko espetxean eta aste honetan bertan bi gizon beltz hiltzekotan dira.

«Trumpen azken orduetan heriotza-korridorean aspalditik daudenak hiltzeko lasterketa zoroa bizi dugu. Astakeria hutsa da», salatu du Dick (Richard) Durbin senatari demokratak. Exekuzio federalak bertan behera uzteko lege-proposamena aurkeztu du senatari honek.

70 legebiltzarkide demokrata daude proposamen horren atzean. Ayanna Pressley Massachusetts-eko kongresukideak eskutitz bat igorri dio Joe Bideni, urtarrilaren 20an presidente kargua hartu eta Etxe Zurian bere lehen egunean heriotza-zigorra bertan behera utz dezan.

Lege-proposamen horrek exekuzio federal guztiak debekatzea aurreikusten du eta heriotza-zigorra ezarri zieten guztiei epaiketa berri bat egitea. Alderdi Demokrataren sektore aurrerakoiena ordezkatzen duen «Eskuadroiak», Alexandria Ocasio-Cortez, Rashida Tlaib, eta Ilhan Omar legebiltzarkideek osatzen dutenak, bere egin du eskaera. GARA

Cuba subraya que es «víctima del terrorismo»

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, expresó ayer su «firme y absoluta» condena a la inclusión de la isla en la lista que confecciona Estados Unidos de países «patrocinadores del terrorismo», una medida que considera «el colmo del cinismo» por parte de la Administración de Donald Trump.

Washington justificó esta medida en el apoyo cubano a guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) colombiano que se desplazaron a La Habana para el diálogo con el Gobierno de Colombia, o a personas «buscadas por graves delitos», por ejemplo la «pantera negra»negra» Assata Shakur, requerida por la muerte de un militar estadounidense en 1973.

Díaz-Canel subrayó que el bloqueo impuesto por parte de Estados Unidos a Cuba ya es en sí «terrorismo de Estado». «Y en el colmo del cinismo, los terroristas e inmorales de la Administración Trump nos acusan de patrocinar al terrorismo», añadió.

Se sumó así a otras voces como la del ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez, que previamente había calificado de «hipócrita y cínica» la medida estadounidense.

En su opinión, «el oportunismo político de esta acción es reconocido por todo el que tenga una preocupación honesta ante el flagelo del terrorismo y sus víctimas».

El Ministerio de Exteriores cubano, en una nota más amplia, recordó que desde hace meses se venía especulando con esta medida, que sitúa a ojos de Estados Unidos a Cuba al nivel de Siria, Irán o Corea del Norte.

La inclusión abre la puerta a la adopción de más sanciones y da carpetazo al aperturismo iniciado durante la etapa de Barack Obama en la Casa Blanca, pero sobre todo sitúa a la relación con La Habana en otro difícil momento que el nuevo Gobierno de Joe Biden tendrá que afrontar.

La Habana considera que Washington se arroga competencias «sin mandato o legitimidad alguna» con el objetivo de castigar a los países «que se resistan a doblegarse a los caprichos del imperialismo estadounidense». «Es un acto soberbio de un Gobierno desprestigiado, deshonesto y en bancarrota moral», agregó el Ministerio de Exteriores.

«La política oficial y conocida, y la conducta intachable de nuestro país, es el rechazo al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, en particular el terrorismo de Estado, por quienquiera, contra quienquiera y dondequiera que se cometa», afirmó, a la vez que destacó que «Cuba es un Estado víctima del terrorismo».

Las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se rompieron en 1959 tras el triunfo de la revolución, a la que Washington respondió con un duro bloqueo y la inclusión del país en la lista de «patrocinadores del terrorismo» en 1962. Sin embargo, se habían restablecido en cierta medida durante la Administración de Obama.

Bajo el mandato de Trump se han endurecido las restricciones y se han impuesto nuevas sanciones a las que hasta entonces Washington no había recurrido, bajo el argumento de estar «presionando al Gobierno de Cuba para que ponga fin a violaciones contra los derechos humanos».

«La Administración Trump se ha concentrado desde el principio en denegar al régimen de los Castro los recursos que utiliza para oprimir a su propio pueblo y en contrarrestar su maliciosa interferencia en Venezuela y el resto del Hemisferio Occidental», argumentó el secretario de Estado, Mike Pompeo, que señaló que se está enviando «un mensaje muy claro» a La Habana y al resto del mundo: «El régimen de los Castro debe poner fin a su apoyo al terrorismo internacional y la subversión de la justicia de EEUU».GARA