GARA
BERLÍN

Armin Laschet, nuevo presidente de la CDU siguiendo la línea de Merkel

El partido más exitoso de Europa desde la II Guerra Mundial ya tiene nuevo líder. La Unión Cristiano Demócrata de Alemania ha eligido como presidente a Armin Laschet. Una decisión con grandes implicaciones para la Unión Europea ya que da continuidad a la «línea Merkel» y aleja, por ahora, un giro peligrosamente derechista en este país.

El candidato amigo de Angela Merkel, el centrista conservador Armin Laschet, venció al declarado enemigo de la canciller y conservador de línea dura Friedrich Merz por 521 a 466 votos en segunda vuelta, tras un emotivo discurso que enfatizó la cohesión social y mostró escenas del asalto al Capitolio de EEUU como un ejemplo de advertencia de un liderazgo divisivo.

Tras vencer a uno de sus rivales más antiguos en la contienda por liderar la CDU, en un congreso del partido celebrado digitalmente, Laschet reemplazará formalmente a Annegret Kramp-Karrenbauer (AKK para la prensa), quien anunció su renuncia en febrero de 2020 tras varios meses en el cargo, dando fin al intento de sucesión programada que Merkel ideó. La propia canciller había dimitido como presidenta del partido en diciembre de 2018 para despejar el camino hacia su relevo.

En estos tiempos de tanta agitación geopolítica e incertidumbre pandémica, la promesa de Laschet de seguir un curso consensuado con Merkel puede brindarle la oportunidad de llegar ser el candidato de la CDU a las elecciones del 26 de setiembre. En teoría, la coalición puede nominar a otra persona para postularse y Laschet tiene rivales potentes, como Markus Söder, popular líder de la CSU, el partido hermano de la CDU en Bavaria, o el actual ministro de Salud, Jens Spahn.

Laschet se ha mostrado partidario de que la CDU pacte con los Verdes. Según las proyecciones actuales, una coalición CDU/CSU-Verdes sería el único acuerdo que garantizaría una mayoría absoluta. Y descarta, de cuajo, una coalición con la extrema derecha de Alternative für Deutschland (AfD), que actualmente ronda el 8% de votos.

Católico romano nacido en Aquisgrán, ha gobernado el estado más poblado de Alemania, Renania del Norte-Westfalia, desde 2017 en coalición. Anteriormente, eurodiputado y ministro de integración en su land, fue un aliado vital de la política de fronteras abiertas de Merkel durante la crisis de refugiados de 2015. Pero su índice de aprobación a nivel nacional se desplomó durante la pandemia, al ser uno de los principales defensores de las políticas de relajación del confinamiento.

Apelar a la clase trabajadora

Quedan aún dudas a despejar sobre las opiniones en política internacional de Armin Laschet. Ayer reiteró que «la Alemania que imagino es una Alemania europea». Pero en el pasado ha destacado por sus quejas en público en contra de lo que califica de «populismo anti-Putin» y ha realizado comentarios comprensivos hacia el presidente de Siria, Bashar al-Assad. Unas palabras, unos posicionamientos, que han sorprendido a muchos de sus colegas de la CDU, un partido de amplia vocación transatlántica.

En su discurso, que no habría estado fuera de lugar en el congreso del rival Partido Socialdemócrata (SPD), Laschet aprovechó las circunstancias de su familia y contó su vida personal: la solidaridad de su padre minero con sus compañeros de trabajo. Quería contraponer su historia a la del multimillonario Merz. Aludió constantemente al asalto al Capitolio para advertir contra la división en el debate político alemán y, sin decirlo, insinuó la comparación de su rival Merz con Donald Trump.

Con todo, Laschet es ya una de las figuras más poderosas de Europa. El nuevo líder de la CDU decidirá si se postula para canciller en setiembre y, si no se presentase, tendría mucho que decir sobre quién lo hace.

Camino despejado para cerrar la «era Merkel» el 26 de setiembre

Armin Laschet, representante del continuismo, se impuso a Friedrich Merz, que anunciaba un giro claramente derechista.

De origen minero, ante el multimillonario Merz, la elección de Laschet simboliza también un paso que despeja el camino para decidir el candidato conservador a ocupar la Cancillería tras las elecciones al Bundestag del próximo 26 de setiembre. Se consensuará con la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU). Y así se cerrará, de facto, la «era Merkel». GARA