Eva Ferreira tomó posesión de su cargo al frente de la principal universidad pública vasca en un acto celebrado en la sede de Lehendakaritza, en Gasteiz, en el que el lehendakari, Iñigo Urkullu, también subrayó la relevancia de la labor que desarrolla el sistema universitario en estos «tiempos difíciles».

La nueva rectora, que releva en el cargo a Nekane Balluerka, explicó que la UPV-EHU afronta una nueva etapa en la que se plantean «nuevos objetivos», aunque la labor se llevará a cabo «sobre lo ya edificado». Mostró su «ilusión y orgullo» por asumir el cargo, una responsabilidad que afronta con «humildad» ante la dimensión de los desafíos que tiene por delante la institución.

Ferreira señaló que es necesario seguir avanzando hacia «la excelencia académica e intelectual», aunque siempre desde una perspectiva «abierta e integradora». «La capacidad intelectual no entiende de posibilidades económicas. El talento que se pierde por condicionantes económicos supone una lamentable desinversión económica y humana», manifestó.

Las vacunas frente a la covid-19, según destacó, demuestran la relevancia de contar con una importante base científica, dado que sin ella estos fármacos no se habrían podido desarrollar «en un tiempo récord».

Ferreira subrayó que los actuales son «tiempos convulsos», no solo por el «azote» de la pandemia de coronavirus, sino también por los intentos de «desestabilización política» que –en referencia al asalto al Capitolio de EEUU protagonizado por simpatizantes del expresidente Donald Trump– se han producido «en democracias que entendíamos consolidadas».

«Son tiempos que nos enseñan que tenemos que estar alerta. Ni la paz ni el bienestar son constantes en la fórmula de convivencia social; son variables cuyo signo puede revertir», alertó la rectora, quien explicó que, en este contexto, la responsabilidad de la universidad es contribuir a que «los cimientos del saber mejoren y protejan el edificio de nuestra sociedad».

Iñigo Urkullu consideró que las posibilidades de dar una respuesta adecuada a los «desafíos» actuales pasan por el refuerzo de las políticas y la estrategia de educación superior e investigación. De esa forma, reafirmó el compromiso de su Gobierno con el sistema universitario, del que destacó que debe seguir manteniendo su apuesta por «la equidad y la excelencia».