Varias víctimas de Daniel Lucía, el dueño de la agencia Dana Models que grabó a 129 mujeres desnudas sin su consentimiento, junto con sus familiares, se movilizaron ayer por la tarde ante el Palacio de Justicia de Iruñea para pedir que se les escuche y denunciar que acusado solamente cumplirá un máximo de cinco años en la cárcel.

Su experiencia pasó de ser «un sueño a una pesadilla», según denunciaron en el acto que congregó a alrededor de un centenar de personas.

Allí insistieron en que no fueron escuchadas durante el proceso seguido, que ha finalizado esta semana, después de un acuerdo entre la Fiscalía y la defensa, con una condena de 115 años de prisión por grabar desnudas, sin su consentimiento, a 129 mujeres, aunque cumplirá un máximo de cinco en virtud del artículo 76 del Código Penal.

La sentencia, denunciaron, tuvieron que conocerla a través de «medios de comunicación y redes sociales» y, al intentar ponerse en contacto con instancias judiciales para conocer el resultado del juicio, les pidieron «conocerlo a través de los medios».

Además, señalaron que durante estos seis años no han recibido «asesoramiento jurídico o sicológico» por parte de ninguna instancia.

El pensamiento que les ha acompañado durante todo este tiempo, señaló la portavoz del grupo, es que «han sido seis años de condena».

Seis largos años

También apuntaron que estos seis años de dilación del proceso «han servido para atenuar» la condena de Daniel Lucía y es que, en el acuerdo alcanzado, se reduce la condena al aplicarse dos atenuantes: dilaciones indebidas del caso y confesión de los hechos.

Las concentradas dieron gracias a los familiares, amigos y conocidos que les han acompañado durante este proceso «en que sentíamos que esta pesadilla no acababa».

Por otro lado, las afectadas y el colectivo Lunes Lilas dieron a conocer que han solicitado reuniones con el consejero de Justicia, el Instituto Navarro para la Igualdad y los distintos grupos parlamentarios para exponer su situación y poder llevar a cabo el «legítimo ejercicio a ser escuchadas y tomadas en cuenta».