Ion SALGADO
GASTEIZ
Elkarrizketa
JAVIER VÁZQUEZ
EKOLOGISTAK MARTXAN

«Los movimientos de residuos se han hecho sin custodia judicial»

Javier Vázquez es miembro de Ekologistak Martxan, organización que el 5 de marzo de 2020 presentó una querella contra Verter Recycling. Ha pasado casi un año del derrumbe de Zaldibar y por fin se ha abierto causa por delito ambiental.

Ha pasado un año ya de la catástrofe de Zaldibar...

La catástrofe medioambiental viene de antes, no empieza con el deslizamiento. La catástrofe medioambiental es ese agujero negro al que iban todos los camiones, porque cabía cualquier cosa. Eso ya era un desastre medioambiental que se visibilizó al derrumbarse. Además, no estamos hablando solo de una catástrofe medioambiental, también tiene un componente social y humano, porque no hay que olvidar que hay dos trabajadores muertos, Alberto Sololuze, que ya fue encontrado, y Joaquín Beltrán. Desde aquí nuestra solidaridad con su familia, y esperamos que la búsqueda continúe para encontrarlo.

Desde el primer momento se puso el foco en los residuos almacenados en el vertedero, en especial en el amianto.

Ahora el Gobierno Vasco ha declarado como residuos peligrosos todos los residuos de vertedero porque, según dicen, se han mezclado; nosotros pensamos que con lindano y con otros productos peligrosos de los que no hay constancia. En este sentido, hay que señalar que otra catástrofe ambiental es no gestionar o caracterizar bien los elementos del vertedero.

Llama la atención que el Ejecutivo de Gasteiz se apresuró a afirmar que el amianto no era un residuo peligroso.

Tendrán que explicar eso. También decían que el amianto estaba bien recluido en las celdas, pero que al derrumbarse el vertedero se rompieron y por eso se desparramaron y se mezclaron con las toneladas de basura. Esto no es cierto, y esperamos que se puedan aclarar estas cuestiones en el proceso judicial que hay abierto.

¿Qué consecuencias medioambientales ha tenido? Por ejemplo, ¿la afección a las aguas a través de lixiviados?

Todos los vertederos tienen lixiviados, y se supone que se tienen que controlar y tratar de forma adecuada. En este caso, con el derrumbe, los lixiviados afectaron a las aguas superficiales. Se empezó a hacer un control de estas aguas, pero nosotros dijimos en su día que no nos parecía suficiente el plan que se hizo desde URA para el control de las aguas, porque también había que prestar atención a las aguas subterráneas, que están en el informe, o supuesto informe, que han hecho ahora para decir que la culpa es de la empresa. En su día nosotros plantemos que había que haberlo controlado, y no se hizo.

Además, una de las causas que generaron los incendios fue la salida de dioxinas a la atmósfera, lo que muestra que había elementos que no tenían que estar, porque los incendios se forman porque hay bolsas de gas, creadas por materia compostable. En los incendios se generan dioxinas porque hay furanos y otra serie de elementos. Y las dioxinas no solo afectan a la calidad del aire en el momento de la emisión; pueden afectar a posteriori, porque se superaron por mucho los límites establecidos, y se pueden posar a distancia. Por lo tanto, no hay que mirar solo suelos, sino que hay que mirar aguas, y una de las cosas que no se miró fue el embalse, porque estaba aguas arriba del vertedero. Se podía haber mirado si esas dioxinas que estuvieron en el aire pudieron afectar al suelo y a las aguas. Habría que hacer un seguimiento a la población cercana para ver qué afecciones han podido tener las emisiones. Y hasta el momento no se ha hecho ni parece que se tenga intención de hacer.

Antes ha citado el lindano. ¿Qué otros materiales podrían haber acabado en Zaldibar?

No sé si habrá lindano. Lo que sí podemos decir, y es constatable, es que en las obras de Miribilla había una empresa, que era Esla Ballonti Excavaciones, que en 2013 llevó al vertedero de Verter Recycling tierras catalogadas como potencialmente contaminadas. Se llevaron a Zaldibar. Cosa que no debería haber pasado, porque tiene que haber una hoja de ruta, tiene que haber un control de esas tierras e incluso se debe analizar qué tienen esas tierras antes de moverlas, porque no pueden ir como potencialmente contaminadas. Si ha habido un trabajo en una parcela tiene que hacerse una caracterización de esa parcela y saber lo que hay, y tiene que haber una hoja de ruta para saber dónde va. Eso lo debían haber controlado nuestras autoridades.

¿La demanda que han presentado tiene por objeto resolver estas cuestiones?

Sí, ahora hay más demandas presentadas, pero nosotros nos presentamos casi al principio, solos, aunque estamos abiertos a trabajar de una forma conjunta para optimizar el trabajo. El proceso se abrió primero en dos juzgados, uno por un posible delito contra la salud de los trabajadores y otro como un posible delito medioambiental. Se han unificado en el Juzgado número 1, estamos aceptados en la causa y ahora esperamos a que prosiga el proceso.

Nosotros vemos una carencia, y es que todos los movimientos de residuos que se han hecho del vertedero se han hecho sin custodia judicial. ¿Quién garantiza qué se ha quitado y qué no? ¿Cómo se controla eso?

Y otra vía que abrimos fue una demanda en la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo para que se investiguen este tipo de cosas, que no caiga en el olvido y que se depuren las responsabilidades correspondientes. Esta petición la presentamos junto con la plataforma Zaldibar Argituz y la asociación vecinal de San Lorenzo, y está admitida a trámite. Se marcará un plazo y se nos llamará para aportar y expresar lo que corresponda en el Parlamento Europeo.

¿Cómo valora que se haya tardado un año en abrir causa?

La causa supuestamente está abierta desde antes, se ha tardado un año en decidir a quién le toca y si se junta. Creo que, de todos modos, está bastante atascado, y ha empezado ahora porque vamos a cumplir un año y dicen «uy, que se me echa el tiempo encima». De todas maneras, este tipo de procesos son complejos y llevan tiempo, y cuanto más se alargan en el tiempo más débil será la Justicia, la capacidad para aclarar bien todo. Produce una cierta impotencia y rabia, porque en otras ocasiones parece que se corre más.