El colectivo que conforman los usuarios y usuarias de las residencias es uno de los más golpeados por una pandemia que ha causado estragos sobre todo en las personas de mayor edad. Ha ocurrido en todo el mundo, y también en Euskal Herria. Y puede que, además, en lo que se refiere a Bizkaia, la afección haya sido mayor de lo que se presumía según los datos oficiales.

Como adelantamos ayer en estas páginas, los informes que Lakua remite a la Fiscalía sobre la situación en los centros residenciales indican que desde el inicio de la crisis hasta la tercera semana de enero habían fallecido quinientos usuarios vizcainos a causa del covid-19. Sin embargo, un documento del propio Departamento de Salud, al que ha tenido acceso este diario, eleva sobremanera esa cifra, y la sitúa rozando el millar.

Se trata de un informe sobre el impacto del virus en los centros sociosanitarios, firmado el 5 de febrero y con datos cerrados a 31 de enero, donde se indica que 4.408 personas que utilizan algún recurso de este tipo han dado positivo en una prueba PCR o de antígenos, el 6,4% del total de los casos en Bizkaia.

El 84% de esas personas (3.716) viven en residencias para mayores, el 5% son personas que residen en una comunidad religiosa (203) y el 2% (91) lo hace en una vivienda comunitaria.

Es en esos tres grupos concretos donde se centra el informe, que, en lo que se refiere a la severidad del impacto de la enfermedad, explica que «desde el inicio de la pandemia han ingresado en un centro hospitalario 969 personas residentes con diagnóstico de covid-19», y que «se han registrado 990 personas fallecidas en este colectivo con un diagnóstico previo de infección por SARS-CoV-2».

Se trata de una cifra muy superior a las que se han ido difundiendo hasta ahora y a la señalada en el documento que el Gobierno autonómico envía periódicamente a la Fiscalía, incluso aunque en ese casi millar de personas fallecidas se incluyan no solo los residentes en centros para mayores, sino también quienes viven en comunidades religiosas o en viviendas comunitarias, que son una parte muy pequeña del colectivo analizado.

El documento añade que en 202 de esos casos «se ha identificado otra causa de muerte más plausible» que el covid-19, por lo que se consideraría a los 788 restantes víctimas directas del coronavirus. Sigue siendo un número mucho más alto (un 56% mayor) que los 500 que constan oficialmente hasta ahora.

Este diario ha intentado recabar alguna explicación al respecto por parte del Departamento de Salud, pero sin éxito.

La mitad de las muertes

Esos 788 fallecidos que el Departamento de Salud ha registrado entre los residentes vizcainos suponen el 48% del total de muertes ocasionadas por el covid en el herrialde, prácticamente la mitad. Si hacemos la cuenta con los 990 decesos entre todos los usuarios contagiados, el porcentaje se eleva al 60%.

Son cifras que muestran un nivel de afección y mortalidad en los recursos sociosanitarios vizcainos por encima de lo que se creía, que ya era muchísimo.

La edad media de las personas fallecidas, según ese informe, es de 87 años, frente a los 83 años de las que se recuperan, y la letalidad es bastante superior entre los hombres (25%) frente a las mujeres (17%). Sin embargo, son muchas más las mujeres que los hombres que se han contagiado: 69% frente a 31%.

Del estudio también se desprende que son más los residentes infectados en la segunda ola pandémica –se cita como referencia el 12 de julio–, 2.204 (un 55%), que en la primera, con 1.787 casos (un 45%). Solo hubo 19 casos en el periodo entre ondas, del 12 de mayo al 11 de julio.

Además, desde la desescalada, la mayoría de las residencias vizcainas –84 de 153– ha tenido algún contagio y en 58 de ellas ha habido tres o más positivos.