El Gobierno de Lakua ensayará con puntos de vacunaciones sin salir del coche, al estilo de lo que se ha visto en Gran Bretaña y otros países, desde hoy mismo. La previsión del Departamento de Sagardui para esta semana es inocular más de 27.000 vacunas (unas 10.000 de AstraZeneca, 480 de Moderna y 16.830 de Pfizer). Sin embargo, si se pretende llegar a un nivel de inmunización cercano al 70% en junio, Osakidetza debería ser capaz de poner todas estas vacunas en un solo día, incluso más.

Los puntos de vacunación en el mismo coche se desplegarán en el hospital Donostia, en el hospital de Santiago de Gasteiz y en el centro de salud de Mungia. Si esta práctica resulta eficiente, se valorará establecer nuevos puntos más adelante.

Aun con todo, los planes de Osakidetza no son muy diferentes a los de Nafarroa –cuyo responsable de vacunación, Aurelio Barricarte, detalló a GARA en una entrevista el lunes –. El peso del proceso de inmunización seguirá recayendo sobre los ambulatorios, en un sistema mixto con puntos de vacunación masiva que ayudarán a resolver las inoculaciones de grupos poblacionales concretos a los que se ha priorizado, pero que están dispersos por la geografía.

Siete días a la semana

Osakidetza mantendrá otros 25 puntos de vacunación. Algunas OSI ya están localizando a los centenarios de la zona y otras se pondrán en marcha en breve. La consejera de Lakua avanzó que la campaña implicará que estos puntos permanezcan activos mañana y tarde, así como los fines de semana. Siempre que haya suministro de vacunas.

Además de dibujar este arranque del inicio de vacunación a la población general, Sagardui realizó una batería de anuncios ciertamente preocupantes. El más llamativo es el hallazgo del que quizá suponga el primer contagio por la cepa sudafricana documentado en la CAV. La consejera no pudo confirmarlo, pues se requiere de una secuenciación masiva, que es una técnica que tarda unos días. La información certera que se tiene hasta el momento es que la persona que lo nombró como contacto estrecho sí que era portadora de la citada cepa. Y que esta persona también habría dado un resultado positivo a la infección por covid. Sagardui no lo explicó muy bien, pero este tipo de secuenciaciones, por ser tan complejas y costosas, solo se hacen a personas que ya han dado positivo. Existe la posibilidad de que haya dado positivo por una cepa distinta, pero, por lo que se dijo ayer, no parece la opción más probable.

También es malo el dato de la evolución de la cepa inglesa, que la consejera situó en un 36,75%. Sagardui lanzó el dato, una vez más, sin atarlo a un periodo concreto, por lo que no se sabe si es la media de los últimos días o la de ayer mismo, por lo que no se pueden hacer comparaciones. Hace dos semanas, la prevalencia de esta variante estaba en un 29,7% en el conjunto de los positivos de toda la semana.

Un último punto negativo consiste en que los epidemiólogos están detectando ya una ralentización de la mejoría. La incidencia baja, pero a un ritmo menor que el de días atrás y el número reproductivo (tasa de casos que genera cada infectado) está elevándose. Se situaba en el 0,89%, pero ha subido diez décimas en tres días.

Tomando esto en cuenta, los epidemiólogos de la CAV apuntan que la incidencia podría dejar de remitir, formando una meseta en unos niveles demasiado altos, a juicio de Sagardui.

Nafarroa no parece estar acusando este fenómeno. Mientras que en la CAV repuntó el número de casos (movimiento típico de los lunes), Nafarroa bajó un peldaño el nivel de incidencia al repetir los datos del domingo.

Los periodistas preguntaron a Sagardui sobre si el motivo de la ralentización es la reapertura forzosa de los bares por orden judicial. La consejera lanzó balones fuera, más por prudencia política que por otra cosa.