A este paso, Nafarroa se va a quedar huérfano de referentes en el baloncesto. Hace una semana la capitana de Lointek Gernika Bizkaia Naiara Díez anunciaba su retirada inmediata de las canchas después de 15 años en la élite y ayer era el capitán de Basket Navarra, don Iñaki Narros, quien anunció que, tras 22 años de carrera profesional, colgará la camiseta cuando acabe la temporada.

«Siempre he dicho que hasta el cuerpo aguante, pero mi mente me dice que me eche a un lado», explicó el capitán iruindarra en la rueda de prensa de su despedida, en la que estuvo acompañado por el presidente del club, Javier Sobrino, aparte de la plantilla del equipo, familiares y amigos en el pabellón Arrosadia.

«Gracias, baloncesto, por tanto. Hoy quiero comunicar mi retirada como jugador profesional de baloncesto al término de esta temporada. Siempre he dicho que hasta que el cuerpo aguante, pero mi mente me dice que me eche a un lado», leyó el capitán iruindarra.

«Toda mi vida dedicada a este maravilloso deporte que me ha dado unos valores que aplicaré en mi nueva etapa», añadió.

«A la contra», pero honrado

Estudiantes, Melilla, Ford Burgos, Gijón Baloncesto, Palencia Baloncesto y Basket Navarra han sido las camisetas que ha vestido a lo largo de su trayectoria con las que ha acumulado por encima de los 500 partidos y cerca de 15.000 minutos en las pistas, después de formarse en el proyecto Siglo XXI que la FEB puso en marcha en Fadura.

No tuvo suerte con la Liga ACB, porque cuando Pepu Hernández iba a darle la alternativa, salió del Ramiro y su sustituto no lo quiso. En 2011, con 30 años, cuando parecía que iba a recalar en Gipuzkoa Basket, la marcha de Pablo Laso al Real Madrid frenó aquella operación.

«Ya más mayor tuve más ofertas de la ACB, pero cómo son las cosas, en la LEB Oro me ofrecían más dinero y más importancia en el equipo», recordaría el propio Narros en una entrevista a este medio en junio de 2019.

«Las raíces tiran»

Una carrera hecha a la contra pero que le ha permitido defender durante 12 años la camiseta de su tan amado Basket Navarra, equipo con el que peleó por el ascenso a la Liga ACB en la campaña 2011/12, llegando a semifinales en aquellos mágicos playoffs con Ángel González Jareño al frente del banquillo.

Luego llegó el desgaste, la crisis de juego, los cambios en la plantilla, el caos y el descenso a la LEB Plata en el año 2016, donde sigue Basket Navarra.

«Antes de nacer mi hija mayor me planteé volver a la LEB Oro, pero cuando nació decidí quedarme, tratar de devolver a mi club lo que me ha dado», evocaba Narros cuando fue entrevistado. «Las raíces tiran. Defender el equipo de tu ciudad es lo máximo; ser profeta en tu tierra. Eso hace que te tires por cada balón con más ganas si cabe».

Nadie se pondrá ya el número 15 de este «Benjamin Button», presente su legado cuando ya no esté. «Parece que llevo la carrera a la contra. Pero esa dificultad me ha servido para formarme como jugador y persona. Hoy es el día en el que entreno a niños, les inculco el valor de luchar. No estamos obligados a ganar, pero sí a hacer lo posible y a disfrutar de ello. Es lo que he aprendido y lo que quiero transmitir».