Jone Goirizelaia, Sabin Arana, Eñaut Barandiaran e Ibon Cabo
Athletic Indartuz
KOLABORAZIOA

Simbología, Athletic y otras fiestas de guardar

El Athletic y su filosofía es algo más que un simple club de fútbol o un modelo de resistencia. Es sin duda un nexo, un motor, que hace que mediante una actitud combativa y de sufrimiento, sepamos cada fin de semana que, mal que le pese a algunos … ¡aún seguimos aquí!. Una filosofía tan particular tiene por supuesto adeptos y enemigos, pero sobre todo tiene una forma de unirnos a todos en torno al éxito y al fracaso. Últimamente hemos obtenido un gran premio, pero la siguiente seguiremos igual de unidos ante la adversidad. This is Athletic Club!

Decía Victor Turner que los «principios de organización que rigen las estructuras, son contradictorios y producen conflictos perennes entre las personas y sus grupos». Al respecto un ejemplo notable en lo simbólico puede ser el desarrollo de esos elementos que nos unen y que poco a poco se van incorporando a lo cotidiano. Desde las distintas variaciones que ha sufrido el escudo a través de la historia, hasta la no tan antiguo inclusión de la txalaparta en la salida de los jugadores al campo. Todo forma parte de un desarrollo único para quienes así lo sienten pero que fija y afianza un sentimiento colectivo.

En los últimos tiempos hemos vivido como en Irlanda Martin O’Neil ha atravesado la última encrucijada que les quedaba. En el Athletic hemos vivido al son de la trompeta de Villalibre que esto es el Athletic y que estamos orgullosos y orgullosas. Eso sí, para evitar malentendidos hubiera sido más interesante el esperar un poquito para volver a poner en remojo la denostada gabarra. Al igual que quizás sería más interesante que pasear la ikurriña en la próxima final, hacerlo al son de alguna reclamación en torno a la oficialidad.

Por ello, siempre es bueno ir abonando el camino para no dejar de cosechar. La próxima reforma de los estatutos nos hará volver a definirnos como lo que somos o alejarnos de nuestros corazones a cambio de un malentendido pragmatismo. Ese será el próximo eslabón de nuestra cadena por la supervivencia.

Pero la supervivencia no se alimenta solo de espíritu. La justicia europea ha dado un varapalo al Athletic por las teóricas ventajas fiscales de nuestro club. Algo difícil de entender cuando los que son en lo económico los grandes clubes de Europa pretenden crear una liga de campeones cerrada donde solo quepan aquellos que son parte del reparto: grandes cadenas de comunicación, constructoras y grandes holdings europeos. ¿Cómo se puede ayudar a través de la fiscalidad a alguien que se autolimita en su filosofía para competir de un modo diferente en el gran juego del capitalismo? ¿Se imagina a alguien tratando de cosechar en una pieza de maíz sin tractores y medios mecánicos y luego a la UE diciendo que las ayudas recibidas son ilegales y dando validez a las que reciben las grandes multinacionales de la agricultura? El modelo de cantera merece una especial protección ante los grandes fondos buitre futbolísticos y entre todos y todas debemos reflexionar sobre como protegerlo del gran mercado persa en lo que se ha convertido Bruselas.

El debate no debería ser dar o no ayudas, sino obligar a que un modelo particular se extienda para proteger a la cantera y a aquellas filosofías que tienen su base en la tierra en la que surgieron. Estamos ante dos debates cruciales y nadie se puede quedar al margen o lo simbólico se alejará de la realidad y nuestra resistencia se verá quebrada por donde menos nos lo esperamos.