El sindicato ELA está estudiando emprender acciones legales contra TMB Arraiz por «no garantizar la salud de la plantilla» en relación a la fiebre Q, después de que Osalan confirmara la semana pasada dos nuevos casos, una situación que no es nueva ya que se vienen registrando casos desde 2014, por lo que anuncia movilizaciones.

«A pesar de que la plantilla respeta los protocolos establecidos de manera ejemplar, el riesgo de infección existe por la entrada de vísceras de animales en las instalaciones. Algo que no se debería producir. Los empleados y empleadas no son culpables de esta política de recogida de residuos urbanos», remarcó.

ELA instó a la empresa a parar «toda actividad en la planta hasta que se garanticen unas condiciones de trabajo seguras», y alertó de que «este riesgo aumenta por el estado de falta de limpieza existente en planta», que el sindicato ha denunciado ante la autoridad laboral.

Asimismo, explicó en rueda de prensa que sus delegados «vienen insistentemente reclamando más plantilla para hacer frente a la gran carga de trabajo existente», pero la empresa «se niega sistemáticamente».

Por otro lado, lamentó que su denuncia de marzo de 2019 en las Juntas Generales de Bizkaia no haya sido tenida en cuenta por la Diputación, que «siempre ha eludido su responsabilidad pese a que es propietaria de la planta». Y subrayó que «los servicios públicos se subcontratan, la responsabilidad no».

ELA ha solicitado una reunión a Garbiker para tratar los «incumplimientos en materia laboral por parte de la empresa que gestiona la planta», pero criticó que la sociedad foral «siempre se ha negado».

Incidió, además, en que la plantilla de TMB está «completamente olvidada por Garbiker y Diputación» a pesar de ser «esencial».