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MOSCÚ

Moscú rechaza los comentarios de Bruselas sobre Navalni y advierte contra la manifestación convocada mañana

El Gobierno ruso trasladó ayer a un hospital al líder opositor Alexei Navalni, mientras en Bruselas los cancilleres de la Unión Europea (UE) mantuvieron una reunión por videoconferencia dedicada a discutir el aumento de las tensiones con Moscú.

El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, pidió a las autoridades rusas que permitan a Navalni recibir la visita de médicos de su confianza.

El opositor, que inició una huelga de hambre hace tres semanas, fue transferido de la cárcel en la que estaba, a unos 100 kilómetros de Moscú, a un centro hospitalario de detención.

El portavoz del Gobierno ruso, Dmitri Peskov, rechazó en forma enfática los comentarios de funcionarios occidentales. «No podemos aceptar tales declaraciones por parte de representantes de otros Gobiernos. No hacemos seguimiento del estado de salud de los detenidos rusos», manifestó.

Navalni inició la huelga de hambre el 31 de marzo en protesta por las malas condiciones de detención y acusó a la administración penitenciaria de impedir el acceso de un médico y medicamentos pese a que sufre una doble hernia discal, según sus abogados. Sus médicos aseguraron el domingo que les impidieron visitarlo.

Los aliados de Navalni llamaron a salir mañana a las calles en la «mayor manifestación de la historia moderna» de Rusia. Este día, el presidente, Vladimir Putin, dará un discurso ante las dos cámaras del Parlamento. Interior advierte de que adoptará toda las medidas necesarias para impedir la «desestabilización».