Joseba ITURRIA
REAL

Un equipo con David Silva y otro sin su faro

El equipo blanquiazul ha sumado dos puntos en sus siete partidos de Liga contra los cuatro primeros y soloha ganado a Athletic y Cádiz en Liga y al Córdoba en la Copa en los 23 jugados sin el canario como titular.

El partido contra el Sevilla confirmó los principales problemas de la Real. Su dificultad para imponer su estilo de juego ante equipos que tienen más calidad y su incapacidad de encontrar una solución a la ausencia de David Silva a pesar de todos los intentos de Imanol o precisamente por eso, por no apostar por una fórmula en concreto.

La Real tiene una forma de jugar basada en el control del juego y de la posesión y en una presión en campo rival que le permite superar a los equipos que tienen menos calidad y no da resultados ante los cuatro conjuntos más fuertes de la Liga, que imponen su mayor nivel en todas las facetas del juego.

Solo ha sumado dos puntos en los siete partidos jugados con Atlético, Real Madrid, Barcelona y Sevilla en encuentros en los que tenía mucho a favor porque el equipo blanco empezaba la Liga casi sin pretemporada en Anoeta y tenía muchas bajas importantes en Valdebebas.

Estos problemas para imponer su estilo de juego aumentan con la ausencia de su faro, su referencia, el que ocupa la tercera altura en el centro del campo. Pasó cuando se lesionó Xabi Prieto, se confirmó al retirarse sin fichar un jugador de sus características, la pasada temporada con los problemas en la rodilla de Odegaard y ésta cada vez que no juega David Silva.

Once goles encajados sin Silva

La Real es un equipo con el canario y otro sin él. En 1.664 minutos jugados con David Silva ha marcado 27 goles y ha encajado solo once y seis ante Manchester United y Atlético. Eso demuestra que la defensa se basa en tener el control del balón y someter a sus rivales. En catorce partidos ha marcado más goles que el rival, en cuatro los mismos y solo en cinco menos, uno con el Cádiz tras entrar en el partido con un 4-0.

Ha jugado sin David Silva 2.266 minutos, en los que ha marcado 31 goles y recibido 34. En solo siete partidos ha marcado más goles que el rival sin él en el campo, tres de ellos sentenciados antes de retirarse, y dos ante Córdoba y Rijeka.

Solo ha ganado a dos rivales de Primera, al Athletic y al Cádiz, y al Córdoba en la Copa en 23 partidos sin David Silva como titular, a los que sumar el de Granada, cuando jugó más de una hora y encajó el gol tras su lesión. En 21 encuentros ha marcado los mismos goles que el rival y en nueve menos.

El problema es que la Real no tiene un sustituto. De los dos jugadores que juegan en su posición, Sangalli lleva toda la temporada lesionado y Roberto López apenas ha jugado 536 minutos y es el único al que ofrecieron salir en enero, cuando con él el equipo tiene buenos números y ha marcado tres goles que evitaron dos derrotas.

Pero Imanol no confía mucho en él, ni en Guridi a pesar de que respondió bien ahí en el derbi ganado en San Mamés y en la semifinal de Copa contra el Barcelona. Por eso el oriotarra lleva toda la temporada con un sinfín de probaturas en el centro del campo de inicio y en el transcurso de los partidos.

Con Merino, un problema mayor

El problema se ha agravado al lesionarse Merino, la otra referencia del centro del campo y el más utilizado en la posición de David Silva en los últimos partidos. Las dos bajas unidas han llevado a Imanol a decantarse por jugar ante Athletic, Valencia y Sevilla con dos delanteros juntos, Carlos Fernández e Isak, pero con matices diferentes en cada partido para el sevillano, que no compite, pero no da al equipo el equilibrio que necesita en esa posición para tener el control de los partidos y del juego.

El partido contra el Sevilla fue el mejor ejemplo de ese casting continuo al utilizar tres sistemas diferentes. Empezó con una mezcla entre 4-4-2 y 4-2-3-1, porque Carlos Fernández actuó más como segundo delantero que ayuda a los pivotes que como media punta. El Sevilla dominó a placer el centro del campo y tuvo ocasiones para lograr una goleada en el primer tiempo .

Por eso Imanol cambió de sistema en el descanso para jugar con tres centrales y recuperó al final el 4-3-3, que ha sido indiscutible con David Silva porque es la forma de jugar más adecuada para imponer el fútbol que permite a la Real superar a los rivales de menos calidad. Sin ese sistema los blanquiazules han perdido la personalidad de la que ha presumido Imanol.