Mikel INSAUSTI
CRUELLA

Dios salve a la reina del punk

La cartelera va a agradecer infinitamente la llegada de una producción Disney, la única en estos momentos que puede hacer que vuelvan las colas a los cines. El rostro visible del milagro es la actriz Emma Stone, que recoge el testigo de Glenn Close en “Cruella” (2021), como la nueva villana de un universo que nació en 1961 con el clásico animado que adaptaba el libro infantil de Dodie Smith, publicado cinco años antes. La película que ahora se estrena es la tercera versión en imagen real, y sigue a “101 Dálmatas” (1996) y “102 Dálmatas” (2000), ambas protagonizadas por la mencionada Glenn Close, que sigue figurando como productora ejecutiva junto a su sucesora.

El enorme gancho de “Cruella” (2021) está en el diseño artístico de Fiona Crombie, en los decorados de Alice Felton y Amanda Willgrave y en el vestuario de Jeanny Beavan y Tom Davies. Un equipo creativo que nos transporta al Londres del punk del 77, con una estética que también incluye a otras tribus urbanas de la época como los mods y los rockers. Emma Stone se mueve a sus anchas en ese ambiente en el papel de la diseñadora de moda Estella De Vil, que oculta a la vez una segunda identidad de estafadora, asociada a dos ladrones que la secundan en su transformación como villana. La banda sonora incluye temas adecuados de The Clash, al lado de otros más diversos de Blondie, la ELO, Queen, The Doors, Supertramp, Ohio Players o Nina Simone.

Las películas a las que hay guiños son, entre otras, “El diablo viste de Prada” (2006) y las noventeras “Las brujas” (1990), “La muerte os sienta tan bien” (1992), e incluso “Batman Returns” (1992), respectivamente de Nicolas Roeg, Robert Zemeckis y Tim Burton. Es una manera muy fantástica de contar los orígenes del personaje, permitiéndose una serie de licencias argumentales que abren las posibilidades renovadoras de la franquicia.