La primera pregunta es obligada, ¿cómo surge ¡Que no nos quiten lo bailao!?

Miren Lapitz: Surge en la calle, entre restricción y restricción, de boca en boca. Empezamos a comentar entre conocidos, entre colegas de militancia, entre vecinos de Gasteiz, la situación y la preocupación sobre el estado de tristeza generalizado, de frustración. Y de ahí surge la idea de hacer algo que tenga chispa. Un chute de energía para cambiar el chip y venirnos un poco arriba. Ese fue el punto de partida.

Erlantz Anda: La idea era salir antes, pero estamos un poco como la población en general, con la denominada fatiga pandémica, y en el movimiento popular también se ha notado. Ha habido una temporada en la que solo nos veíamos en concentraciones y en manifestaciones. Dijimos de hacer algo cuando se pudiera, con las medidas que hicieran falta, pero viéndonos las caras, para quejarnos de la mala gestión de algunas cosas, pero con la idea de pasarlo bien.

¿Esta iniciativa sale desde el tejido asociativo o está impulsada a título individual?

E.A.: Las dos cosas. Surge del movimiento popular, pero a título individual. Quiero decir que surge de personas que militan en el movimiento popular pero no en nombre de ningún colectivo. Somos gente que llevamos toda la vida militando en el movimiento popular, en diferentes ámbitos, pero surge del boca a boca. No hay siglas ni colectivos ni asociaciones detrás.

Han pasado más de dos meses desde que se presentó y se anunció la movilización.

M.L.: Es cierto que el diseño de la propia dinámica nos ha llevado tiempo, porque es más complicado organizar una cita como esta teniendo en cuenta cuál es la situación, y el diseño de la jornada nos ha dado algún que otro quebradero de cabeza. También hemos estado haciendo red. Algunos no entendían muy bien qué era esto y a qué venía, cuál era el plan. Por eso hemos intentado establecer relación con diferentes movimientos y agentes sociales para darnos un poco a conocer, presentar la idea y ofrecer una vía para participar en la dinámica.

E.A.: Salimos en marzo para reservar la fecha, porque cuando empezamos a juntarnos no teníamos ni idea de qué iba a pasar el 5 de junio. Se decía que el estado de alarma se iba a acabar, pero nadie lo sabía.

¿Pensaban entonces que la situación en junio sería diferente, tal vez que los datos serían mejores y habría menos limitaciones?

E.A.: No, yo tenía duda de que tras las elecciones de la Comunidad de Madrid se pudiera mantener el estado de alarma.

¿En qué va a consistir la movilización del sábado?

M.L.: La idea es hacer varias concentraciones culturales de forma descentralizada para que puedan participar diferentes movimientos, pero también para facilitar que la gente pueda ir a diferentes lugares y no se concentre en el mismo sitio. Ese es el plan de la mañana y parte de la tarde, pero la centralidad del día la tendrá una movilización general.

¿Van a plantear alguna reclamación concreta?

E.A.: Nuestra idea es sacar todas las expresiones populares a la calle y, evidentemente, quejarnos de cómo algunos han gestionado esto, poniendo el dinero por encima de las personas.

M.L.: Queremos reivindicar que sabemos cuidarnos y que cuidándonos también podemos disfrutar.

Hablan de la gestión, ¿qué valoración hacen de las medidas adoptadas durante este año por parte de las instituciones para hacer frente a la pandemia?

E.A.: A nivel personal, creo que ha sido bastante improvisado. Igual era lo que tocaba, porque a nadie le había tocado gestionar una pandemia, pero es evidente que se pueden marcar prioridades. Se puede pensar en cuidar a las personas, en salvar a las personas en lugar de la economía.

M.L.: Ha habido mucha imposición y poca pedagogía. En muchos momentos nos hemos preguntado el porqué de ciertas decisiones y de ciertas medidas que había que acatar. He echado en falta pedagogía.

¿Cuál será el siguiente paso? ¿Qué ocurrirá tras el día 5?

E.A.: En principio no tenemos nada pensado, pero sí que nos han dicho que en Bilbo se podría hacer algo seguido. Hay gente con ganas.

M.L.: A partir del día 5 seguiremos tomando las calles como lo hemos hecho hasta ahora, y la idea es que ese día nos dé energía para seguir en las diferentes luchas. Trabajando día a día.