La tensión entre Londres y Bruselas en torno al protocolo norirlandés post-Brexit se incrementó ayer con la amenaza europea de una respuesta «rápida, firme y decisiva» si el Gobierno británico toma medidas «unilaterales».

El vicepresidente de la Comisión Europea para Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic, advirtió de que Bruselas no está dispuesta a renegociar el controvertido protocolo, una parte del acuerdo del Brexit a la que Londres pone ahora objeciones y que mantiene al norte de Irlanda en el mercado único europeo y en la unión aduanera para evitar reimponer una frontera física en la isla irlandesa, lo que contravendría los acuerdos de paz de 1998.

«Estamos dispuestos a explorar todas las posibilidades dentro del protocolo y dentro del Acuerdo de Salida, pero no podemos renegociarlo», afirmó tras reunirse con el negociador británico para asuntos del Brexit, David Frost, sin que se produjeran avances hacia un entendimiento.

«Guerra de salchichas»

Londres pospuso de manera unilateral hasta octubre algunos de los controles aduaneros que había acordado llevar a cabo entre el norte de Irlanda y la isla de Gran Bretaña. El 30 de junio deben entrar en vigor los controles sobre productos cárnicos preparados, una medida que por ahora no ha sido pospuesta.

El Gobierno británico insiste en que esas inspecciones aduaneras generan demasiados problemas en el mercado interno británico y para evitar una «guerra de las salchichas» pide «soluciones pragmáticas»a Bruselas, que ya ha iniciado el proceso para tomar acciones legales contra el retraso unilateral de algunos controles.