Ni la pandemia de covid ni las restricciones a la movilidad decretadas por los Estados han mermado el tráfico de drogas en Europa, un millonario mercado que, según el informe publicado ayer por el Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías (OEDT), se ha transformado y agilizado durante el último año.

«El mercado de las drogas es extremadamente dinámico y resistente. No fue alterado profundamente pese a los periodos de confinamiento», indicó a AFP Alexis Goosdeel, director del Observatorio.

Aunque se detectó cierta escasez local temporal, este documento incide en la adaptabilidad de los traficantes: frente a restricciones y cierres de fronteras, aumentaron los envíos marítimos ocultos en contenedores.

Además, «la pandemia aceleró la ‘uberización’» del mercado, según destacó Goosdeel, ya que se vieron reforzados «recursos» como la publicidad en redes sociales, los pedidos mediante mensajería cifrada o las entregas a domicilio.

El OEDT expresa su inquietud por el aumento de la utilización de benzodiacepinas, ansiolíticos desvirtuados de su uso médico o imitados por drogas sintéticas, un posible reflejo de «problemas de salud mental consecuencia de la pandemia».