Yolanda Ansó, Enrique Miranda y Carlos Asín
Colectivo Fosas del Perdón-Erreniegako Hilobiak
KOLABORAZIOA

Sobre memoriales y artistas

Hace ya algunos años que los grupos memorialistas de Nafarroa, de Euskal Herria y de otros lugares del Estado español, hemos podido empezar a hacer memoriales honrando, aunque sea de esta manera, a la gente que el fascismo asesinó, violó y enterró en cunetas, tapias de cementerios...

La verdad que el mapa y el paisaje de estos memoriales quedará estampado en nuestra geografía, y en el caso de Nafarroa, en nuestros montes y valles, para siempre.

Este viernes pasado GARA, en su revista “Zazpi haizetara”, nos ha obsequiado con un bonito reportaje sobre estos memoriales. Pero hay algo que creemos que se está haciendo mal. Y es que, a la hora de mostrar estos memoriales, tanto el propio Gobierno de Navarra en los carteles explicativos como los medios de comunicación ponen el acento en un lugar equivocado (según nuestra opinión): valoran y etiquetan los memoriales con el nombre del artista a quien se le ha encargado tallar las piedras centrales de dichos memoriales. Esto no es así.

Una de las cosas a destacar, y muy importante, es que la factura, la idea y todo el trabajo que hay detrás de todos ellos han sido hechos por iniciativa popular. Nosotros, por ejemplo, como Colectivo Fosas del Perdón-Erreniegako Hilobiak tenemos una bonita experiencia que contar, de como una veintena de personas, que de nada se conocían, lograron juntarse en torno a esta idea y durante meses logramos pensar y diseñar el Memorial, concebimos una espiral de piedra que surge de un monolito central, y se abre hacia el infinito simbolizando la fuerza que surge de la tierra donde están enterrados los fusilados y se transmite hacia las generaciones venideras.. Luego lo hicimos en auzolan: comprar las piedras, para hacerlo con nuestro propios brazos, (y alguna maquina alquilada) colocar las piedras donde están ahora, marcando las dos vertientes de Erreniega, logramos financiación gracias a familiares, a reuniones con Ayuntamientos e incluso con el Gobierno de Navarra, que hicieron lo posible por llegar a pagar los casi 20.000 euros que nos costó hacerlo. Y dentro de este costo estuvo el encargo de tallar la piedra central, que hicimos a Pello Iraizoz, quien aceptó el encargo y lo hizo con gran respeto y amor.

Y suponemos que como nuestro colectivo, el resto de colectivos que hicieron y parieron los memoriales tendrán las mismas cosas que contar.

Sin embargo, hay un afán de los medios y de los gobiernos de poner nombre y apellidos a los memoriales. Los de los artistas que hicieron el trabajo de la talla. Evidentemente es un buen trabajo, pero nosotras creemos que lo fundamental es el trabajo en auzolan y el porqué se han hecho estos memoriales que allí quedan.

Se puede poner el nombre de los artistas a los que se encargó la talla de las piedras centrales o de las esculturas, pero no es lo fundamental de los memoriales. Perdemos la perspectiva de lo que estos significan si pasan a ser simplemente «obras de arte» de determinados autores, cuando lo importante es que esos memoriales seguirán allí para siempre y para que nunca se repita.