Amparo Lasheras
Periodista
AZKEN PUNTUA

Dos ciudades en una sola

Las instituciones de Araba y Gasteiz anunciaron lo que era ya una crónica anunciada desde que el señor Querejeta, presidente del grupo Baskonia-Alavés, habló de crear en Gasteiz una universidad privada internacional. Cada una aportará al plan 480.000 euros, casi un millón, de dinero público. Además, el Gobierno Vasco lo ha incluido en la lista de proyectos que podrían ser subvencionados por los Fondos Europeos, los que, dijeron, se utilizarían para que nadie «se quede atrás». Por un lado, regalan a espuertas el dinero de todos a la empresa privada y, por otro, regatean como avaros en servicios públicos y recursos sociales.

El Ayuntamiento acaba de desalojar a los cinco últimos vecinos de las casas ocupadas de Olaritzu. Los echó, como a la mayoría de los que residían en estos edificios, sin alternativa habitacional. Derribados los bloques se construirán pisos de venta libre, nada de viviendas o alquiler social. En la residencia de San Prudencio, perteneciente al Ayuntamiento desde hace décadas, se está derivando la atención de los dependientes a residencias privadas. Las casi 300 plazas iniciales que tenía, se reducirán a 25, en una sola planta. El resto del edificio quedará vacío.

Es como escribir sobre dos ciudades diferentes en una misma ciudad. Una, la de la clase trabajadora, retrocede mientras, la otra, la del negocio y el privilegio, avanza.