El ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita, advirtió ayer de que toda voluntad de europeizar la actual tensión diplomática con el Estado español es «contraproducente y perjudicial para cualquier salida a la crisis».

Burita subrayó que la resolución de la Eurocámara del jueves, que rechazó el uso de menores por parte de las autoridades marroquíes en la crisis migratoria de Ceuta no altera «el carácter bilateral de la crisis con España», que desvinculó de unas relaciones de su país con la Unión Europea de la que «está satisfecho en todos los ámbitos».

En unas declaraciones en el Ministerio tras reunirse con su homóloga libia Najla al Mangoush, Burita añadió que la resolución de la Eurocámara no altera el fondo del problema con Madrid, «que tuvo como génesis su actitud y acciones hostiles a una causa sagrada para Marruecos y los marroquíes», en referencia a la acogida por motivos humanitarios del líder del Frente Polisario.

«Logros» en inmigración

El ministro marroquí consideró que la resolución de la Eurocámara supone «una instrumentalización» de una cuestión que no incumbe a la UE, e insistió en que la decisión que fue aprobada el jueves «no es acorde» con los «logros» de Marruecos en la lucha contra la inmigración que fueron aplaudidos por instituciones internacionales, «incluidas las europeas».

«Marruecos, por lo demás, no necesita ningún aval en su gestión de la migración. La postura de profesor y alumno ya no funciona», denunció el Ministerio de Exteriores marroquí. E insistió en que dicha declaración es «contraria al espíritu de asociación» y «debilita el espíritu de asociación».