La Asamblea General de la ONU volvió a demandar, por vigesimonovena vez, el fin del embargo estadounidense contra Cuba. Tras un año de pausa por la pandemia, Cuba volvió a llevar ante Naciones Unidas su denuncia, que desde 1992 se viene aprobando anualmente con un respaldo abrumador de la comunidad internacional. Ayer salió adelante con 184 votos a favor, dos en contra (EEUU e Israel) y tres abstenciones (Colombia, Ucrania y Emiratos Árabes Unidos).

El Ejecutivo de Joe Biden defendió el bloqueo a pesar de que bajo la Presidencia de Barack Obama, cuando Biden era vicepresidente, se abstuvo en la votación, en un momento de acercamiento entre EEUU y Cuba. Biden ha dejado claro que no tiene prisa por revertir las acciones hostiles que Donald Trump añadió contra la isla. EEUU defendió que las sanciones son una «herramienta legítima» de política exterior y subrayó su apoyo a la lucha por la «libertad» de los cubanos.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, acusó a EEUU de haber aprovechado la pandemia para aumentar la presión sobre su país. «El Gobierno de los EEUU asumió el virus como aliado en su despiadada guerra no convencional, recrudeció de manera deliberada y oportunista el bloqueo económico, comercial y financiero; y provocó al país pérdidas récord por alrededor de 5.000 millones de dólares», señaló ante la Asamblea. En 2020, según La Habana, el bloqueo causó 9.157 millones en pérdidas, la cifra más alta denunciada hasta ahora. Decenas de países y grupos regionales denunciaron el embargo y expresar a Cuba su apoyo.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, calificó de «contundente victoria» la aprobación de la resolución,. «El mundo está con Cuba», escribió en Twitter, y criticó la postura del representante de Washington señalando que «el discurso imperial cínico, mentiroso y calumnioso es tan inmoral, descarado y obsoleto como lo es el criminal bloqueo».

En Bilbo, Gasteiz, Iruñea y Donostia se reclamó el fin del bloqueo y se exigió a Biden que cumpla con las resoluciones y con su electorado, al que prometió revertir la política de asfixia económica implementada por Trump contra el pueblo cubano.