Sortu y Ernai denunciaron ayer, con una concentración en Gernika, la muerte laboral no traumática de un trabajador de Murueta, que falleció el lunes cuando se encontraba trabajando en el andamio de una construcción tras sufrir un infarto.

Con este último fallecido, Sortu y Ernai recordaron que en Euskal Herria «por lo menos 33 trabajadores han fallecido en el trabajo o como consecuencia del mismo en 2021». Asimismo, mostraron su apoyo y solidaridad a los familiares y compañeros del trabajador muerto el lunes en Gernika.

Además, denunciaron que en lo que va de año ya son siete los trabajadores fallecidos en accidentes no traumáticos. Siniestros que, a su juicio, no se dan por casualidad, pues son «consecuencia de la precariedad» y el «reflejo de un modelo productivo en el que se prima el capital por encima de la salud» de la clase trabajadora.

De este modo, remarcaron que «la movilización y la lucha» son las «únicas armas» para acabar con «esta lacra» y poner «la vida de los trabajadores en el centro».