Seis años después de que, en el camino de la privatización abierto por el Gobierno de Lakua dirigido por el PNV, Euskaltel iniciase su andadura en la bolsa, el 1 de julio de 2015, la operadora de telecomunicaciones vasca ha dejado de cotizar en el mercado de valores del Estado español. En este periodo ha pasado de una valoración de 1.202 millones de euros a los 1.961 millones actuales.

Tras completar la adquisición de Euskaltel, MásMóvil había solicitado la suspensión de la cotización de las acciones, que fue confirmada al cierre de la sesión de ayer por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La mañana bursátil discurrió casi plana para los títulos de Euskaltel y con muy escaso volumen de negocio: tan solo 1.266 acciones cambiaban de mano a un precio de 10,96 euros. Ya por la tarde, cerró a 10,94 euros por acción, casi el mismo precio que pagará MásMóvil, 11 euros, por los títulos adquiridos a través de la OPA.

En su salida a bolsa, cuando Kutxabank poseía el 49,9% de las acciones, partió con un precio de 9,50 euros por título.

El siguiente paso de la operación lanzada el pasado 27 de marzo con el respaldo de los mayores accionistas de la firma vasca se dará el 27 de agosto, cuando MásMóvil realizará la compraventa forzosa de títulos a todos aquellos accionistas que no aceptaron la OPA –solo representan un 2,3% del total–, haciéndose así con el 100% del capital social de Euskaltel.

Para Tapia, más «garantías»

Al valorar ayer la nueva situación, la consejera de Desarrollo Económico de Lakua, Arantxa Tapia, indicó que el Gobierno de Iñigo Urkullu va a «colaborar con esa empresa como con todas las que se ubican en Euskadi para que su desarrollo sea el mejor posible» y subrayó que «seguirá en Euskadi porque, además, así lo han dicho sus accionistas en el momento de poner en marcha esta adquisición».

Es más, Tapia dio a entender que el resultado es muy productivo: «En este momento nos encontramos con una compañía de una dimensión mayor que puede competir a nivel del Estado e internacional, con unas garantías más importantes, que ha puesto sobre la mesa una serie de actuaciones en Euskadi de una forma intensa en cuanto a capacidad de producción, de llegada a nuevas instalaciones que se vayan a poner en marcha».

Muy distinta es la perspectiva con la que los sindicatos analizan esta operación. Así, la secretaria general de CCOO de Euskadi, Loli García, exigió ayer al Ejecutivo de Lakua que «asuma su responsabilidad» en lo que considera «el desastre» de Euskaltel y que «vele por que continúe arraigada en Euskadi y manteniendo las condiciones de trabajo» de la plantilla.

La dirigente sindical manifestó que lo ocurrido con esta compañía «es el desastre de una mala gestión por parte de las administraciones públicas».

«Una empresa emblemática en Euskadi, con arraigo en Euskadi, con una apuesta pública, con mucha inversión pública, se ha ido desmantelando de manera muy clara y aquí el Gobierno Vasco tiene una responsabilidad muy evidente», insistió.

Respecto al compromiso de MásMóvil sobre el arraigo y mantenimiento de empleo, subrayó que «las primeras actuaciones no van en esa línea» porque se ha procedido a «la venta de una parte del producto», el negocio de televisión, aunque «afecta a pocos empleos».